Una madre adolescente de 15 años asesinó a su bebé de un año y arrojó su cadáver a un precipicio cerca del centro poblado Villa Santa María en el distrito de Pichanaqui, Chanchamayo (Junín), solo porque el pequeño no dejaba de llorar.
Según las autoridades, al inicio la madre del niño dio varias versiones de lo ocurrido. En un primer momento, denunció que lo habían secuestrado, pero luego señaló que su hijo se atragantó y murió cuando tomaba leche en biberón, informó “América Noticias”.
Ante esas versiones, la Policía comenzó a sospechar y finalmente la adolescente confesó que ahorcó a su hijo porque no dejaba de llorar y luego arrojó el cadáver a un barranco de aproximadamente 200 metros de profundidad.
Los agentes encontraron el cuerpo entre la maleza, cerca de un riachuelo de la zona, y lo trasladaron a la Morgue de La Merced. En tanto, la adolescente quedó detenida en la comisaría de Pichanaqui, mientras la Fiscalía investiga el caso.