Yonhy, no inventes

A pocas semanas del retorno de Yonhy Lescano al Congreso, este no tardó en meter otra vez la pata al enarbolar una falacia –imagino– con la intención de mejorar su dañada reputación. Según él, en 2017 las grandes empresas mineras se quedaron con el 89% de la riqueza generada y entregaron solo el 11% al Estado. ¿Por qué es falaz lo que dice el autodenominado defensor de los consumidores?

En esencia, porque sus cálculos son equivocados, pues compara los impuestos pagados por cinco de las mineras más importantes (S/6,989 millones) con las devoluciones a estas (S/6,144 millones). El problema es que esta es una forma engañosa de presentar los datos porque el grueso de las devoluciones se compone por el IGV ligado a las exportaciones.

El detalle es que las mineras, al participar en un mercado global, deben exportar para vender. En ese sentido, los exportadores mineros, así como los de cualquier industria, no pagan IGV porque este impuesto grava el consumo interno y, por principio internacional, en ningún país del mundo se exportan los tributos.

Sin embargo, si quisiéramos entender qué sector percibe más devoluciones, se debería comparar los tributos devueltos sobre los ingresos tributarios pagados a Sunat por industria. Así, en 2018 el sector minero fue el séptimo que menos devoluciones percibió en términos relativos, con 38%; por detrás de otros sectores como el agrícola (101%), textil, cuero y calzado (52%) y comercio al por mayor (40%).

Que un legislador diga una mentira como esta de manera tan suelta, sea por desconocimiento de datos o para levantar suspicacias, es al menos irresponsable, ya que pone a la población en contra del sector que le para la olla al fisco.