¿Y el golpe? (Foto: @PFuerzaPopular)
¿Y el golpe? (Foto: @PFuerzaPopular)

Quienes tras la disolución del Congreso gritaron “¡golpe! ¡Esto es un golpe!” no se detuvieron ni a sacar los trastos de sus oficinas legislativas para comenzar a organizarse de cara a las elecciones de enero de 2020. Si para ellos Martín Vizcarra no es el presidente constitucional del Perú y la convocatoria a elecciones es ilegal, ¿cómo así postulan en la elección?

Al inicio hicieron sonar las alarmas constitucionales. Juramentaron a una presidenta ilegal y tildaron de dictador a Vizcarra por haberlos disuelto. Algunos se paseaban por los medios de comunicación nacionales, otros acudían a las instancias internacionales, mientras unos cuantos se atrincheraron en el Congreso, a pesar de que nadie había cerrado la puerta. Para ellos, la ruptura constitucional era innegable. Pero ahora se les ve ágiles armando listas, legitimando la disolución y validando esta nueva elección. Es que el poder mueve voluntades y desaparece indignaciones. Y, si se trata del aprofujimorismo, como en este caso, eso ocurre más fácil todavía.

Seguro dirán que están en la obligación de frenar una supuesta ola comunista, que no se puede dejar ese espacio libre, que la lucha continúa y que esta debe darse desde adentro. Hay argumentos para todos los gustos, pero lo cierto es que ya ni les importó lo que pueda decidir el TC. Si los mismos partidos que han estado detrás de la demanda constitucional están participando de las elecciones de enero, difícilmente el TC revierta todo. La historia ya se está escribiendo.

De taquito: El vecino atolondrado, Aldo Mariátegui, escribió en su columna del martes muy preocupado por una posible candidatura mía al Congreso. Que esté tranquilo. Más bien, que conserve su tinta y sus arbitrarios argumentos para una siguiente oportunidad. Su obsesión es mi progreso.

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