Y el ganador es… (GEC).
Y el ganador es… (GEC).

Esta noche es la entrega de los premios Oscar en Hollywood. Pero no menos importante es la entrega de los Oscar peruanos a las mejores performances cinematográficas del año. Las nominadas muestran performances notables de todo tipo: dramas, tragedias y comedias de lo más variadas.

La primera nominada es “Historia de un matrimonio”, protagonizada por Luciana León, que relata las peripecias de una novia para financiar su fiesta de matrimonio. Es destacable la escena en que la protagonista se va al baño en un restaurante mientras su amiga les pide dinero a los comensales para cumplir el sueño del personaje principal.

En la comedia “Querida, encogí a los niños”, protagonizada por Mauricio Mulder, un alocado científico diseña una máquina capaz de reducir a las personas a tamaños microscópicos. La máquina se dispara accidentalmente y reduce dos partidos políticos a porcentajes imperceptibles a simple vista. A diferencia de la película original, el científico no consigue que las víctimas del accidente recuperen su tamaño. La genialidad del director consigue, usando magistralmente las declaraciones periodísticas de los representantes de los partidos, que la película sea al mismo tiempo una tragedia y una comedia.

En “Harry Potter y el juicio sin fin”, inspirada en el estresante estilo de “El proceso” de Frank Kafka, un grupo de fiscales no consigue que un juicio acabe simplemente porque no pueden conseguir que el juicio empiece, desperdiciando recursos en conseguir prisiones preventivas, muchas de ellas sin fundamento claro. El clímax de la película se alcanza cuando uno de los fiscales sale públicamente a amenazar a todos los que lo critiquen, con la amenaza implícita de encarcelarlos.

Otra nominada, con posibilidades casi indiscutibles de ganar el Oscar Peruano a la mejor actuación, es “Joker”, protagonizada por Chibolín (le ganó en el casting a Daniel Urresti), cuya actuación sobre la demencia y sus derivaciones (que incluyen autodeclararse enviado de Dios y ser parte de un plan de los extraterrestres), opaca al mismísimo Joaquin Phoenix. La película ha conseguido llevar la locura cinematográfica a otra dimensión.

En “Psicosis”, un remake de la clásica película de Alfred Hitchcock, protagonizada por Martín Vizcarra, se muestra la capacidad del actor de emular al célebre Norman Bates y su doble personalidad. En la nueva película el protagonista dice públicamente que favorece la inversión en minería (como Tía María) para luego decir que el proyecto minero no va. Sorprende la frialdad con la que Vizcarra puede decir ambas cosas sin siquiera sonrojarse, mostrando un control excepcional sobre su lenguaje corporal.

Pero la ganadora indiscutible es “La sucesora”, encarnada por la actriz de carácter Martha Chávez. Destaca la capacidad del personaje principal de indignarse y defender cualquier absurdo con una convicción digna de mejor causa. Destaca la impactante escena en la que intenta explicar las razones por las que su partido ha sido licuado de ser una importante mayoría en el Congreso a una diminuta representación. Ninguna de las razones incluye su propia responsabilidad. Todo ello sin que se le mueva un músculo de la cara.