Villa panamericana, un legado lleno de oportunidades

“De lo que sí estoy seguro es de que fue hecho pensando en muchos beneficios para la ciudad, pero más aún para el país”.
La Villa Panamericana será terminada de construir en diciembre próximo. (Foto: Copal/Facebook)

Por: Karin Sierralta Alarcón

La decisión del Copal de construir la Villa Panamericana en Villa El Salvador obedece a un plan de desarrollo ordenado que tanto necesita nuestra capital y es otro de los aciertos de la organización de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos de Lima 2019.

Como es de conocimiento público, Lima ha crecido durante las últimas décadas de manera desordenada e informal. Pero también, podemos afirmar que las zonas periféricas de la ciudad han logrado un relativo éxito en cuanto a emprendimiento y su ya conocido éxito comercial. Un ejemplo de ello es el desarrollo de Lima norte, principalmente Los Olivos, con un importante índice de crecimiento económico en los últimos años.

Como parte del compromiso de organizar unos juegos multidisciplinarios, la ciudad sede tiene la obligación de albergar a más de nueve mil
atletas participantes y es así que entre las opciones que tiene un país anfitrión está usar hoteles, sedes militares, escuelas y hasta cruceros. Pero sería dinero usado como “gasto” y no como inversión. Allí viene la gran pregunta: ¿el Perú está para hacer más gastos?, o podemos aprovechar los Juegos para hacer inversión pública que deje un legado real para nuestra ciudad.

La responsabilidad de Copal para construir los mil cien departamentos como Villa Panamericana tuvo que ser evaluada entre varias opciones, entre ellas, en San Miguel, San Isidro y en la zona norte de la ciudad, con un ya colapsado tránsito vehicular y sobre población en edificaciones. Lo mismo con las sedes deportivas.

Construir sedes que puedan tener mayor cantidad de beneficiados era prioritario, si tomamos en cuenta la cantidad de familias que hay en San Miguel, Magdalena y San Isidro, no llega a igualar la cantidad de familias de un solo distrito como Villa El Salvador.

Es así que se tomó la decisión de construir la Villa Panamericana en este distrito populoso. Esta es una zona emergente de más de 320 mil habitantes, con distritos vecinos no menos poblados como San Juan de Miraflores (350 mil) y Villa María del Triunfo (310 mil).

El predio PZ-26, donde se ha construido la Villa de Atletas, era hasta antes de setiembre de 2017 un espacio abandonado, ocupado por personas de mal vivir que lo utilizaban como fumadero, para la prostitución, como botadero, y que fue motivo para la ubicación en sus linderos de locales de crianza de animales, así como de recolección de basura.

En cuanto al tema ecológico, según la Ley de Deforestación, por cada árbol que se tala se debe plantar diez, y esa ha sido una de las consignas del proyecto ejecutor de los Juegos, cumpliendo con el compromiso de hacer obras con conciencia ecológica.

La estrategia de Copal fue optimizar el plan maestro, reduciendo el número de edificios y haciéndolos más altos (20 pisos), para así liberar más de nueve hectáreas de terreno. Con esto no solo se logra congregar a más de mil cien familias que tendrán una serie de servicios, sino que, además, se crearán oportunidades de urbanizar las nueve manzanas aledañas, que contempla la habilitación de residencia a un poco más de veinte mil personas, con densidades y características que coadyuven a la mejora de la calidad de vida de la población.

La propuesta de un proyecto para la construcción de la Villa Panamericana es una gran oportunidad para marcar el inicio de la recuperación urbana de este predio y de su entorno, dado que permitirá generar la integración vial necesaria, así como la eliminación de actividades incompatibles en la zona y de los elementos ajenos a la necesidad (como las lagunas de pulimento que administraba Sedapal). Además, habrá las condiciones para un desarrollo ordenado y sostenible.

Es importante resaltar el tratamiento de aguas residuales que convierte aguas grises en agua de riego para las áreas verdes de la Villa. Esto mediante humedales dispuestos arquitectónicamente entre los estacionamientos y los edificios, que contienen el viento que pudiera correr.

Este tratamiento de las aguas grises contribuye a que la descarga a las redes públicas de alcantarillado de Sedapal sea menor y que se haga un mejor uso del agua potable y/o de riego.

Pero algo único en nuestro país es que se han considerado 336 departamentos con características de accesibilidad universal para comodidad de quienes tienen alguna discapacidad. Habrá baños donde una silla de ruedas puede girar o entrar a la ducha, con puertas más anchas y con cerraduras de palanca de fácil manipulación, entre otras obras.

Además del legado deportivo, tendremos el legado social, porque la residencia no es la única actividad urbana contemplada en este plan, sino que –dado el volumen poblacional que acogerá– será necesario cubrir su atención educativa, con la inclusión de un espacio para un colegio con sus tres niveles, y dos zonas comerciales, una a nivel de servicio local y la otra a nivel distrital, posiblemente metropolitano, donde también se prevé la inclusión de servicios de salud.

Todo esto será complementado con la repotenciación de diecinueve hectáreas de parque que constituyen equipamiento recreacional metropolitano, donde en un extremo se desarrollará el Polideportivo de Villa El Salvador, como parte de la recreación activa, el mismo que será administrado por el IPD, pero que será entregado con un plan de negocios que sirva de guía para su operación y mantenimiento.

Los que conocemos el deporte desde adentro podemos confirmar cómo este transforma sociedades y crea oportunidades de vida a quienes lo practican, la industria del deporte ha crecido significativamente en los últimos años, y es así que ciudades enteras como Barcelona se han transformado en ciudades deportivas, saludables y seguras, gracias a la organización de juegos.
Está claro que la gente que practica deporte siente mayor bienestar, trabaja a gusto y produce más.

Seguramente, la Villa de Atletas o Villa Panamericana no será del agrado de algunos arquitectos, ingenieros o urbanistas; quizás el sol, la luz o el entorno no sea de lujo, ni perfecto, pero de lo que sí estoy seguro es de que fue hecho pensando en muchos beneficios para la ciudad, pero más aún para el país.

Se ha hecho pensando en crear oportunidades para las poblaciones emergentes de las zonas periféricas de la ciudad, donde, principalmente, los niños podrán observar y aprender deportes nuevos para el Perú, como el béisbol, pelota vasca, sóftbol, rugby, hockey y tiro con arco, cuyos escenarios serán en Villa María del Triunfo, donde a mediano plazo podremos cosechar los primeros éxitos deportivos.

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