¡Uy, ha dicho lisuras!

Hemos llegado a tal nivel de bajo profesionalismo en La República que se abren allí portadas realmente infames para el periodismo: se publican este sábado conversaciones privadas como si nada y encima se busca armar el gran escándalo porque un funcionario grabado ilegalmente usa lisuras para referirse coloquialmente a una ministra... ¡Sí, una cojudez así es la gran portada de La República del sábado, aunque usted no lo crea! Y ni siquiera se concentran en lo más importante para el país de esa conversación, que es cómo se va a tapar ese hueco de US$ 1,500 millones que faltan para esa locura despilfarradora llamada Refinería de Talara (costo: US$6 mil millones), engendro que precisamente La República promovió activamente, junto a su columnista Campodónico (ahora quieren dilapidar US$7 mil millones en el Gasoducto Sur).

Por mí, que quiebre YA Petroperú, por lo que discrepo con los intentos de Carlos Paredes de tratar de salvar conchudamente a ese carísimo zombie cargándole esos US$1,200 millones al Tesoro Público, pero tampoco se puede caer en el juego político de La República, ni en las maniobras mañosas de algunos sindicalistas irritados por la campaña anticorrupción y antiprebendas que Paredes ha hecho en esa empresa pública. Y hablando de portadas, se le pasó la mano ayer a los amigos de El Trome con esa portada tan, tan cherry con el fiscal Pérez, que llega muy oportuna contra las críticas actuales. Es una pena cuando el periodismo endiosa tanto a los funcionarios públicos y pierde perspectiva, fenómeno en el cual ha caído gran parte de nuestra prensa con Vela y Pérez. De aquí a unos años muchos tendrán vergüenza. ¿Y ya a todos los trabajadores de La República les han contratado su seguro de vida, tal como obliga ya esa ley para el sector privado que tanto promovieron?