PUBLICIDAD
Una policía distinta
Imagen
Fecha Actualización
No debe pasar desapercibido el informe de Human Rights Watch (HRW) sobre la Policía. Si bien la prestigiosa organización internacional se ha enfocado en las protestas de noviembre en Lima, muchos de sus considerandos trascienden el caso concreto. Nos permiten imaginar una Policía distinta.
Primero, lo evidente. Con base en más de 200 videos y 70 entrevistas con testigos, víctimas y autoridades, HRW concluye que varios de los policías desplegados en el Centro incurrieron en detenciones arbitrarias, malos tratos, manejo indebido de armamento, municiones prohibidas, uso injustificado, indiscriminado y desproporcionado de la fuerza, etc. Es decir, un cuadro de violaciones graves a los derechos humanos que debe generar responsabilidades.
Luego sigue quizás lo más relevante: recomendaciones para evitar que los hechos se repitan. Algunas apuntan a ajustes normativos y del manual de operaciones, otras a la necesidad de adoptar una cultura de rendición de cuentas.
Donde, por ejemplo, los agentes estén correctamente identificados, haya control previo y posterior de municiones y armas, todo detenido sea incluido en un registro público, se graben las comunicaciones de los operativos y se usen cámaras corporales. Donde los propios policías no investiguen a sus colegas denunciados, sino que lo haga una autoridad disciplinaria independiente.
Y donde la Inspectoría no se niegue a dar información sobre el número de investigaciones realizadas y sus resultados bajo la argucia de que se trata de información “reservada”.
El valioso informe de HRW no busca desprestigiar a la Policía, sino colaborar para que cumpla su función de acuerdo con las obligaciones internacionales del Estado. Orden y derechos. Todo para que, en definitiva, cruzarse con la Policía deje de ser motivo de temor y genere confianza.
PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
Imagen
Imagen
Imagen
PUBLICIDAD