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Trabajo vacante
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El último destape de Perú21 sobre el entorno familiar senderista del ministro de Trabajo, Iber Maraví, con un suegro –ya muerto– que fue uno de los principales asesinos de Lucanamarca y con las firmas de su esposa y la madre de esta en los planillones del Movadef, hechos que el propio funcionario reconoció públicamente el domingo, obligaron al premier Bellido y al dueño de Perú Libre, Vladimir Cerrón, a pedirle su renuncia, aunque al cierre de esta edición se negaba a soltar el cargo, aferrándose al presidente Castillo.
Y desde luego no hablamos solamente de un entorno familiar sospechoso, que podría discutirse, sino de una información que se suma a lo que ya se sabía sobre las actividades políticas del propio exministro. Es decir, su participación en una serie de actividades del Conare-Sute (organismo de fachada de Sendero Luminoso en el magisterio) registradas en atestados policiales, como también señaló este diario.
Ayer la presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, y voceros de otras bancadas parlamentarias le pidieron al presidente Castillo, en bloque, que se deshiciera de su ministro sin mayores dilaciones. Una posición que vale resaltar, sobre todo, luego de las desafiantes declaraciones del premier, en el sentido de que el gobierno haría cuestión de confianza cada vez que ellos consideren que el Poder Legislativo está obstaculizando su labor, al plantear, por ejemplo, alguna interpelación a cualquiera de sus ministros. Una amenaza clarísima, casi matonesca, al Parlamento, que no podía dejarse pasar. Hizo bien el Congreso en no dejarse intimidar.
Por la tarde, sin embargo, el primer ministro escribió un tuit, ya menos confrontacional y hasta diríase que conciliador, para anunciar que “con las atribuciones que nos dio el Parlamento, mediante el voto de confianza, procederemos a cumplir nuestros compromisos, evaluando el desempeño de los ministerios más cuestionados”. Previamente, publicó una foto con Maraví y lo describió como “un hombre sencillo… con grandeza”, dando a entender que era inminente su salida. Más aún con otro tuit de Cerrón en que felicita al premier por su decisión. No se imaginaban, sin embargo, que el susodicho se aferraría al cargo, dejando en manos de su camarada Pedro Castillo su continuidad en esa posición.
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