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Redacción PERÚ21

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Aldo Mariátegui,Ensayos impopularesamariategui@peru21.com

Tal vez los dos momentos más grandes de Suárez fue el día que legalizó al Partido Comunista a pesar del veto militar y eso de quedarse parado, junto al veterano comunista Santiago Carrillo y el ministro Gutiérrez Mellado, cuando el insurrecto uniformado franquista Tejero dispara en el Congreso español durante el intento de golpe de Estado de 1981 y todos sus colegas se tiraron asustados al suelo.

Pero no solo fue valiente e inteligente sino un gran negociador, por lo que el socialista Alfonso Guerra le apodó "el tahúr del Mississippi", en alusión a esos jugadores de cartas que se ganaban la vida en largas partidas a bordo de esas naves de grandes ruedas redondas que surcaban a ese tremendo río gringo. Es que si alguien supo jugar el poker de la política, ese fue Suárez.

Leo que le van a hacer un gran funeral de Estado, con duelo nacional, salvas de cañones en la Plaza Neptuno e ingreso para ser velado en el Congreso por la siempre cerrada Puerta de los Leones. Es que España sabe que fue mezquina con él por años y que le tiene una deuda, a un hombre que además sufrió mucho en lo personal (no solo esta terrible enfermedad degenerativa. Su esposa y su hija murieron jóvenes de cáncer, tragedias de las que no se recuperó nunca).

Adolfo Suárez, Felipe González, Manuel Fraga, Santiago Carrillo, Alfonso Guerra… ¡Qué tal hornada de políticos españoles! ¡Espectaculares! Los de ahora no les llegan ni a los tobillos.