Indulto humanitario se dio por motivos de delicado estado de salud de Fujimori. (Perú 21)
Indulto humanitario se dio por motivos de delicado estado de salud de Fujimori. (Perú 21)

El tema del indulto al ex presidente Alberto Fujimori suele ser un refrito dada la cantidad de veces que se ha puesto sobre la mesa. Pero parece que, esta vez, la posibilidad es real. Más aún luego de que el voto de diez congresistas de la bancada de Fuerza Popular, incluido el benjamín de los Fujimori –a quienes el mismísimo líder histórico del partido llamó–, salvara a PPK de ser vacado. A cambio, se especula, este último le otorgaría la esperada gracia presidencial.

A pesar de que la premier Mercedes Aráoz ha aclarado que los indultos no se negocian, dejando entrever que no procedería la medida, un cúmulo de factores dan a entender que no sería necesariamente así. Ahí están los varios pedidos para indultarlo, la postura de ministros a favor –incluido el de Justicia–, un documento de recomendación de una Junta Médica y el reciente internamiento del ex presidente en una clínica. Sin embargo, la última palabra la tiene solo una persona: PPK.

Sea a favor de Fujimori u otro reo, nuestra Constitución le reconoce al mandatario la potestad de indultar. Este rezago monárquico, en virtud del cual el máximo representante del Poder Ejecutivo revierte lo ya ordenado –vía sentencia condenatoria– por el Poder Judicial, aún subsiste en un sistema que dice garantizar la separación de poderes (algo que Montesquieu, filósofo citado estos últimos días, jamás habría avalado). Por eso, a sabiendas de este amplio poder, el ordenamiento ha querido limitarlo.

Lo ha hecho con leyes, por ejemplo, que prohíben su aplicación para graves delitos –como secuestro o extorsión– o sentencias del máximo tribunal constitucional que dicen que la decisión no puede ser arbitraria e incluso admite excepcionalmente un control judicial. Recuérdese el caso Crousillat.

Pasar por alto esto solo se justifica por razones de humanidad. Porque nadie merece morir en la cárcel o pasar sus últimos días ahí. La pregunta del millón es: ¿es este el caso de Fujimori? PPK debe a la ciudadanía transparencia en la decisión que tome. Solo eso permitirá contrarrestar las crecientes suspicacias de que hubo un pacto de salvataje tras bambalinas.