Presidente Pedro Pablo Kuczynski podría afrontar un segundo pedido de vacancia.
Presidente Pedro Pablo Kuczynski podría afrontar un segundo pedido de vacancia.

Hay que reconocer la firmeza con la que el presidente Pedro Pablo Kuczynski se ha dispuesto a defender el cargo que ostenta. Aunque tardíamente, creemos, Kuczynski parece haber tomado algo de valor para ponerse al frente de sus adversarios políticos, que desde diciembre discuten su vacancia por los vínculos no aclarados que tendría con Odebrecht.

Teniendo el escenario en contra, el mandatario aseguró que no piensa ceder a sus intenciones. “No renunciaré a la Presidencia del Perú por una presión paroxística mediática sin fundamento alguno, porque tenemos que ver cuáles serían las consecuencias de hacer eso. No serían buenas”, manifestó en un evento de la CCL ante empresarios.

Y está bien que el mandatario tome esa postura, porque eso genera confianza en distintos sectores. Tener a un jefe de Estado que salga a repeler las críticas de esa manera transmite una señal de garantizar que sí quiere gobernar. ¿Cómo? Eso ya es otra historia. “Yo me voy a defender panza arriba”, ha dicho PPK.

Sin embargo, esperamos que con esa misma convicción el presidente salga a enfrentar los problemas que son inmediatos de resolver, entre ellos el de la economía. Hace unos días, la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) informó que la producción industrial cayó 7.3% en el periodo 2014-2017, provocando la pérdida de más de 75 mil puestos de trabajo. La caída se ha prolongado por cuatro años consecutivos, situación que no se había registrado hace 60 años.

Paralelamente, el jefe de Estado debe ver de qué manera poner en marcha los S/30 mil millones de inversión que están en riesgo por la paralización de megaproyectos. Debería recordar que reactivar la economía fue una promesa suya de campaña que hasta ahora no ha logrado concretar.

Y en materia de seguridad, pues las cosas se han vuelto a desbordar con la cifra récord de diez asaltos a bancos en menos de dos meses. El año pasado, según Pulso Perú, el 84% de peruanos se ha sentido inseguro en el país.

Combatir la criminalidad organizada y la delincuencia es tarea del Gobierno. Queremos, presidente, que también luche “panza arriba” para dar solución a estos y otros problemas, como la celeridad en la reconstrucción del norte del país y la implementación de reformas en los sectores sociales. Eso es gobernabilidad. Para eso lo elegimos.