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Redacción PERÚ21

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Juan José Garrido,La opinión del directordirector@peru21.com

Por algún feliz accidente, los últimos meses hemos visto una hiperactividad judicial frente a los delitos perpetrados por distintos presidentes regionales y mafias relacionadas a estos.

Hay que adelantar que esto no tiene –ni por asomo– origen en un súbito despertar institucional, sino en cuatro fuerzas fundamentales que han coincidido en la lucha por recuperar nuestra nación: valientes denunciantes que han sufrido (o sufren) estas mafias, como Fiorela Nolasco; la estoica batalla por parte de algunos procuradores y fiscales, asqueados y avergonzados por la actitud de sus instituciones y autoridades; el masivo rechazo ciudadano; y la activa participación de algunos medios independientes.

Sin la acción de estas cuatro fuerzas, hoy la mafia ancashina y la cajamarquina seguirían actuando impunemente. A todos ellos hay que agradecer y apoyar, porque todavía quedan muchas batallas por delante.

Tanto los capturados como los prófugos, o aquellos que aún se las arreglan para seguir en la sombra, se refugian ahora en la victimización: que las denuncias son ideológicas, que están pagando facturas políticas, que son unos angelitos.

El caso de César Álvarez, por la violencia y grado de corrupción que contiene, no deja espacio a dudas y es por todos conocido; el de Gregorio Santos, después de leer las 64 páginas del dictamen de la sala penal, tampoco. Son 11 procesos valorizados en cerca de S/.130 millones que están debidamente fundamentados y que descubren una organización criminal donde el popular 'Goyo' fungía de cabeza, articulado con Pro Región y empresas allegadas.

Estas redes de corrupción no han llegado tan lejos sin la ayuda y complacencia de distintas instituciones y autoridades. Tanto la Fiscalía como el Poder Judicial y la Contraloría tienen mucho que explicar luego de pedir las disculpas públicas del caso.

Finalmente, se encuentra el papel que han jugado distintas organizaciones y partidos políticos de izquierda durante estos últimos años. Tanto los acuerdos que llevaran al poder a la actual alcaldesa de Lima como aquellos que sostuvieron en su momento con el Partido Nacionalista. Importante recordarlo ad portas de las elecciones regionales y municipales.