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Se le quiere, aunque mal pague
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El hincha del fútbol suele querer el fútbol, muchas veces no mira si es bueno o malo, solo lo quiere. Y a esto hubo que limitarse el sábado si uno vio el partido que por la final de la Copa Libertadores disputaron el Santos y Palmeiras de Brasil. Final brasileña en el Estadio Maracaná de Río de Janeiro. Ganó Palmeiras con un solo gol en los descuentos, solo uno de cabeza, en la mejor acción del encuentro, partido de apenas tres remates al arco, donde así jugasen otros 90 minutos, pareciera que ese día no iba a pasar nada más.
El mítico Maracaná, sede de las finales de las copas del mundo de 1950 y 2014, fue mudo testigo –literal, porque hace casi un año se juega sin público– de un choque de bajo nivel. Una final de la que se esperaba mucho más, pero que dio mucho menos. Es que el fútbol brasileño suele ser ofensivo, de toques, regates, eficacia y contundencia; el mejor exponente del estilo del “jogo bonito”. ¿Qué pasó entonces? Creemos que fueron predecibles el uno para el otro, que terminaron por anularse entre ellos, por cortarse las conexiones y hasta por respetarse en demasía. Así, más pareció un mal partido del Brasileirao que una final de Copa Libertadores. Pero ya está, la estadística solo recordará que Palmeiras logró su segunda corona y que Santos se quedó con tres. Competencia que es ampliamente dominada por los cuadros argentinos con 25 copas y brasileños con 20.
Por otro lado, en la Copa Sudamericana, se proclamó campeón un novel equipo en estas lides: el buen conjunto argentino de Defensa y Justicia (con más nombre de una oficina del Estado que de un equipo de fútbol). Más sorprendente aún es conocer que este cuadro estuvo hace solo siete años en la Segunda División de su país. Defensa y Justicia consiguió el título en otra final de clubes de una misma liga, pero es justo reconocer que esta vez en la cancha hubo un merecido triunfador –goleó 3-0 a Lanús– en un cotejo con mayor claridad, emoción y vértigo.
Lo que se viene ahora será la disputa entre los campeones de ambas copas: Palmeiras vs. Defensa y Justicia. Otra edición de la Recopa Sudamericana que se jugará en partidos de ida y vuelta, un formato al que la afición está más acostumbrada. Este tope podrá presentar dos estilos diferentes, uno de mayor elaboración para llegar y el otro buscando más un juego vertical. Esperemos que esta nueva final sí nos pague con un mejor fútbol.
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