Santiago Pedraglio: "Chapa tu ex presidente regional"

Para sus planchas presidenciales, prácticamente todas las agrupaciones políticas han recurrido a un ex presidente regional (gobernador, se dice ahora). Fuerza Popular, de Keiko Fujimori, se jaló a Vladimiro Huaroc, de la región Junín, con larga trayectoria en la izquierda. PPK convocó a Martín Vizcarra, de la región Moquegua. El propio César Acuña era presidente de la región La Libertad hasta hace unas semanas, y ha asimilado a sus filas, aunque no a la plancha, a César Villanueva, de San Martín. En la plancha del Partido Nacionalista van Susana Villarán, ex alcaldesa con funciones de presidenta regional de Lima Metropolitana y de amplio recorrido en la izquierda, y Maciste Díaz, de la región Huancavelica. La alianza del Apra-PPC ha reclutado a David Salazar, de la región Apurímac.

A estos conocidos hay que agregarles –de confirmarse– la designación de Gregorio Santos, suspendido presidente regional de Cajamarca, como candidato presidencial en la plancha de Democracia Directa, presidida por Andrés Alcántara; y a Vladimir Cerrón, ex presidente de la región Junín, también como candidato presidencial, por su agrupación, Perú Libre.

La urgencia de contar con líderes regionales es la viva expresión de que los partidos "nacionales" son, en realidad, organizaciones locales que requieren proyección nacional, sea desde la capital del país o desde alguna otra región, como en el caso de Acuña.

El asedio a los dirigentes regionales es particularmente significativo si se considera que, desde el régimen de Fujimori, los últimos cuatro gobiernos –incluida la tecnocracia del Ministerio de Economía, una capa bastante invariable– han ignorado o criticado constantemente a estos gobernantes subregionales, por su supuesta ineptitud para el gasto.

A la luz de las planchas, convendría ahora que los actuales gobernadores regionales admitan, por fin, que tienen más poder del que suponen; y que harían bien, por ejemplo, en consolidar su Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales