Sandro Venturo: Que no hay nada de cultura en Lima

Sociólogo y comunicador

En las siguientes líneas quiero desbaratar un prejuicio que muchas personas repiten incansablemente. Se lamentan que en Lima no hay nada que hacer, que no hay cultura. La verdad es que todo el año está lleno de actividades. Veamos solo las que califican como ferias o festivales.

Ayer se inauguró el Festival de Cine de Lima. Durante una semana se presentarán cerca de 500 películas, la mayoría nunca se verá en la cartelera comercial. El festival sigue mejorando y este año hay verdaderas joyas del cine latinoamericano. En casi dos décadas el encuentro se ha perfilado como uno de los más importantes de la región y también ofrece funciones descentralizadas y hasta gratuitas, además de conferencias, seminarios y talleres.

Hace una semana la Feria Internacional del Libro cerró con éxito. Sigue creciendo en público y ventas. Los títulos más vendidos han sido la novela de Renato Cisneros y el libro sobre el gran Túpac Amaru, del historiador Charles Walker. La feria se reafirma como el gran referente cultural de las nuevas y emergentes clases medias limeñas.

En lo que queda del año sigue la racha: Lima Foto, el Festival de Música de Cámara, Mistura, Casa Cor, la Semana de la Moda, entre otros. Y no debemos olvidar que en el primer semestre tuvimos el 37 Festival de Danza Nueva, el 25 Festival Internacional de Jazz, el 26 Festival Internacional de Guitarra, el 5° Festival de Vibráfono y Marimba, el 9° Festival Internacional de Teatro La Científica, dos festivales de cine (Independiente y Al Este de Lima), las ferias de arte (Parc Lima y Art Lima). Y hay mucho más.

¿Qué nos dice todo esto? Que los principales eventos culturales son no gubernamentales y se sostienen en el público que los sigue. Que si el gobierno central o el local quieren hacer algo, deben invertir en fortalecer la independencia de estos movimientos en vez de competir con ellos haciendo sus propios eventos probadamente insostenibles. Que estas ferias y festivales deberían impulsar una plataforma mayor que les permita compartir públicos y ampliarlos en beneficio de todos (al ir a un evento me debería enterar de los demás; al asistir a uno debería tener descuento en el siguiente, y así sucesivamente).

No es verdad que Lima sea un páramo cultural. Si la municipalidad quisiera ayudar, debería contribuir al posicionamiento de lo que existe. Y mientras este milagro sucede, vayan al festival de cine hoy mismo. Vayan, pasen la voz, publíquenlo en las redes. Abandonen el típico lamento. Vayan y, por fin, contágiense.