¿Salinas la tendrá clara?

El desabastecimiento crónico de medicamentos es, desde hace mucho, una constante en la vida de los pacientes peruanos. Según la Encuesta Nacional de Satisfacción de Usuarios en Salud de 2015 (INEI), en Lima y Callao, el 55% de los pacientes afiliados al SIS tuvo algún problema para acceder a medicinas.

Sin embargo, este problema estuvo por años lejos de ser una prioridad, hasta que se anunció hace un par de semanas la adquisición de Quicorp S.A. Así, la preocupación por la escasez de medicamentos pasó del olvido a tener un espacio prioritario en la agenda política porque, si se trata de pegarle a la empresa privada y culparla de cualquier cosa, toda excusa es buena y todo ideal noble.

Así, como era de esperarse, nuestros congresistas no dudaron en hacer uso de la creatividad que los distingue para proponer “soluciones” al problema. Por ejemplo, la semana pasada el congresista Velásquez Quesquén, fiel al estilo del primer gobierno aprista, propuso regular los precios máximos de venta de los “medicamentos básicos”. Mala idea a todas luces.

Felizmente, el nuevo ministro de Salud, Abel Salinas, parece tenerla clara. Según sus declaraciones, desde el Ejecutivo se está trabajando una propuesta para crear un instituto que agrupe las demandas del Minsa, Essalud y las FF.AA. Así, el Estado aprovecharía su enorme poder de negociación para adquirir medicamentos, equipamiento médico, insumos y alimentos a menores precios. Sin evidencia y sin datos correctos, o con un enfoque ideológicamente sesgado de la realidad, no se puede hacer política pública.

Esperemos que el ministro Salinas no caiga en ese juego y, teniendo claro el diagnóstico, aplique la medicina correcta.