Semanas atrás, en su alocución al asumir la conducción de la Mesa Directiva del Congreso, el ahora presidente del Parlamento, Eduardo Salhuana, indicó que durante su gestión “no presentará ninguna iniciativa vinculada a dicho sector económico”, en referencia a la minería no formal. Importante quedarnos con semejante compromiso. Ojo, el titular del Legislativo no va a presentar ninguna iniciativa parlamentaria relacionada con promover o ayudar a la minería no formal.
No obstante, de lo que sostuvo Salhuana, es importante puntualizar que estaría pendiente hacer un par de promesas por parte de quien es una autoridad de un poder del Estado. La primera es debatir y promulgar una ley de minería artesanal y pequeña escala que sea fruto del consenso entre los diversos intereses de muchos actores, que sea técnica y sobre todo que vaya a lo medular, que es la formalización de quienes tengan toda la voluntad de hacerlo. La otra promesa es no ampliar el plazo del Reinfo o, en todo caso —bajo ninguna circunstancia—, colocar en la agenda parlamentaria la ampliación de este instrumento, que es una coladera aprovechada por las economías ilícitas y la corrupción de las autoridades de diversas instituciones.
Antes de continuar, vale indicar un tema importante: solo una ley de formalización de la minería artesanal y pequeña escala (MAPE) permitirá separar “la paja del trigo”, como se dice. Sin una ley MAPE, se continuará criminalizando al minero en vías de formalización y se persistirá en abordar la minería aurífera artesanal como si se tratase de coca a punto de ser macerada para la cocaína.
Ahora, a lo nuestro. Si Salhuana es un hombre coherente con la formalización minera y con sus promesas, como así lo ha dado a conocer, entonces sabe muy bien que, con la ampliación del Reinfo, los verdaderos mineros en vías de formalización son los primeros en ser tragados por las economías ilegales. Amén que continuará la venta en el mercado persa los papeles del Reinfo por mineros que dicen ser pequeños y artesanales, pero que en el fondo solo alquilan sus certificados y se manchan con la criminalidad.
Salhuana puede tranquilamente cumplir con su promesa de no promover ninguna iniciativa legislativa para darle mayores concesiones a la minería no formal, pero no puede renunciar al apoyo de iniciativas legislativas de otras bancadas o del propio Ejecutivo para el desarrollo de una ley de formalización de la MAPE. Además, con ello puede evitar la ampliación del laxo Reinfo.
En ese sentido, también los sendos gremios de mineros en vías de formalización que defienden su causa como justa deben entender que exigir la ampliación del Reinfo es decirle adiós a la elaboración y promulgación de una ley MAPE por la que tanto luchan. ¿O la lucha es solo de palabra? Vamos a lo medular, que aquí no existen víctimas ni victimarios, que ahora es cuando. ¿O no?