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[OPINIÓN] Richard Arce: “Piura al garete”

En Semana Santa, el norte del país se convirtió en un verdadero vía crucis para la gente, por las peripecias por las que tuvieron que atravesar a consecuencia de las intensas lluvias que azotan regiones como Piura. Y encima han tenido que soportar la impericia del gobierno central para atender la emergencia.

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En Semana Santa, el norte del país se convirtió en un verdadero vía crucis para la gente, por las peripecias por las que tuvieron que atravesar a consecuencia de las intensas lluvias que azotan regiones como Piura. Y encima han tenido que soportar la impericia del gobierno central para atender la emergencia.
Ahora, súmenle la falta de previsión y planificación para atender estos efectos de la naturaleza, que por cierto son periódicos y son una constante en el norte del país, desde que tengo uso de razón; evidentemente causa indignación las negligencias que han cometido los gobiernos de turno, para mitigar estos efectos climatológicos.
Tenían un fondo especializado que disponía de un presupuesto millonario desde 2017, que justamente se constituyó para reconstruir la infraestructura dañada y sobre todo emprender obras que permitan contener futuras acciones de la naturaleza. Todo fue una estafa con la Reconstrucción con Cambios.
En ese escenario se ha visto la imprudencia de ministros de Estado que no tienen ni siquiera el tino para mostrar una actitud proactiva en medio de la crisis, siendo más bien un problema, por sus propios actos, como hacerse transportar en medio de la inundación, rememorando viejas épocas, como si fueran gamonales con su servidumbre al servicio.
No pueden gritarles a los pobladores que han perdido sus casas, que no tienen servicios básicos y están soportando las inclemencias del tiempo; un poco de empatía y sobre todo gentileza haría mucho; ya no pido humildad, porque sería demasiado para la ministra de Vivienda.
Piura tiene sus autoridades locales que conocen muy bien del problema, así que no eludan su responsabilidad, ni los alcaldes y menos el gobernador regional. El problema no solo es de asignación de recursos económicos, tuvieron estos primeros meses de gestión, pero fueron ensimismados por el boato de sus cargos y se olvidaron de impulsar acciones de planificación territorial y de gobernanza ambiental.

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