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[Opinión] Richard Arce: Javier Heraud
De niño escuché por primera vez el nombre de Javier Heraud, cuando se cantaba un huayno –prohibido en la época– en tono de muliza en las fiestas en casa y preguntaba a mis padres quién era y nadie me daba la razón, pero confieso que sentía mucha curiosidad.
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De niño escuché por primera vez el nombre de Javier Heraud, cuando se cantaba un huayno –prohibido en la época– en tono de muliza en las fiestas en casa y preguntaba a mis padres quién era y nadie me daba la razón, pero confieso que sentía mucha curiosidad.
Ya de joven tuve referencias de él, por sus poemas, pero me entusiasmó más el testimonio de su vida y sobre todo su juventud para emprender una revolución, entendiendo que lo hacía en plena efervescencia del éxito que tuvieron los jóvenes barbudos de Cuba, que justamente fueron los que lo formaron para la aventura en la selva que terminó lamentablemente con su muerte.
Es importante hacer la precisión de que este artículo no tiene ninguna intención de exaltar acciones armadas, pero tratemos de entender en perspectiva histórica las motivaciones que tuvo Javier Heraud, en esa época, con muchas reivindicaciones sociales pendientes, que seguro motivaban a muchos jóvenes a tomar estas acciones armadas, que finalmente desencadenaron con todo el proceso complejo de la reforma agraria.
En realidad, quería enfocarme en el testimonio de su vida, porque es interesante entender cómo un joven que provenía de una familia relativamente acomodada con potencial para desarrollarse profesionalmente decide sacrificarlo todo por un ideal y al extremo de ofrendar su vida por el sueño de una patria con justicia social.
Seguro que hoy Javier Heraud sería considerado un caviar, porque supuestamente tendría todas las características para denostar de los intelectuales y que por el hecho de tener un estatus económico dizque no deberían ser de izquierda.
Mejor quedémonos con sus poemas, recordando que perteneció a la generación de los 60 y a los 18 años ya ganaba el premio de Poeta Joven del Perú por su libro El viaje, y que falleció un 15 de mayo.
Y en estos momentos aciagos que vive el país, sus versos deberían retumbarnos: “porque mi patria es hermosa, como una espada en el aire, y más grande ahora y aún más hermosa todavía, yo hablo y la defiendo con mi vida”.
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