Libertad, de José Antonio Miró Quesada Ferreyros, publicado por Planeta, ofrece una exploración profunda de los desafíos políticos y sociales que enfrenta el Perú contemporáneo. El autor nos interpela con una pregunta clave: “¿Cómo sería el Perú en el que me gustaría vivir, el que desearía compartir con mis compatriotas y el que quisiera dejar a mis descendientes?”.
Mediante metáforas elocuentes, como la de las pulgas que dejan de saltar al topar con la tapa de su recipiente, Miró Quesada ilustra la resignación aprendida que limita a muchos peruanos en su búsqueda de cambios sustanciales. Sugiere que aquellos que consideran inviables ciertas políticas en el contexto actual deberían dejar el camino libre a quienes están dispuestos a hacer posible lo imposible.
El libro critica la ausencia de una clase dirigente capaz y la fragmentación social que han obstaculizado el desarrollo de un estado moderno y eficiente en Perú. Se critica la continua decadencia estatal, exacerbada por la falta de oposición oportuna a políticas populistas que terminan socavando al país. En respuesta, Miró Quesada urge una profunda reestructuración de la derecha peruana, abogando por la unificación de sus fuerzas para propulsar al país hacia un futuro más próspero.
La libertad, vista por el autor como aliada principal de la derecha, se presenta como un derecho humano fundamental, inherente e inalienable, incluyendo la vida, la libertad individual, la propiedad y la búsqueda de la felicidad. Miró Quesada llama a un renacimiento de los principios y valores que se han visto erosionados por las corrientes de izquierda.
El autor también nos lleva a través de un recorrido histórico desde la antigua organización social de Caral hasta los desafíos post independencia, destacando la contraposición entre los grandes proyectos emprendidos anteriormente y la actual incapacidad para realizar obras significativas debido a la burocracia y corrupción.
Miró Quesada propone una “refundación del Estado” para superar estas limitaciones, lo cual incluiría una participación masiva de los sectores democráticos que representan a la derecha, con el fin de instaurar una democracia robusta y enérgica que separe efectivamente los poderes del Estado y asegure la independencia judicial, desplazando así lo que él denomina “democracia boba”.
La democracia liberal se sustenta en pilares fundamentales como las elecciones libres y universales, la separación de poderes, la defensa de los derechos fundamentales, el estado de derecho y la libertad de expresión. La visión de democracia que propone Miró Quesada se fundamenta en estos mismos pilares, esenciales para garantizar su viabilidad y eficacia.
El ensayo centra gran parte de su análisis en cómo las ideas marxistas de Antonio Gramsci, introducidas en Perú por figuras como José Carlos Mariátegui, han permeado la educación, los medios de comunicación y la política, erosionando los fundamentos de la democracia liberal. Identifica al Foro de São Paulo como un catalizador de estas influencias, asociándolo incluso con actividades ilegales que financian la agenda política.
Las ideas de izquierda, particularmente las que surgen de la doctrina marxista-leninista, fomentan la división y el odio. Estas crean conflictos sobre temas controversiales para profundizar las divisiones y enfrentar a distintos actores sociales, exacerbando las contradicciones en vez de buscar soluciones consensuadas. Su objetivo final es desmantelar la actividad privada formal y ampliar el rol del Estado. Son plenamente conscientes de que la inversión privada es el motor del desarrollo económico y un medio para aliviar la pobreza en Perú, lo cual contraviene sus intereses; comprenden que, a medida que el crecimiento económico empieza a resolver los problemas de los más necesitados, estos dejan de ser aliados potenciales.
Miró Quesada sostiene que la propagación de las ideas de izquierda, utilizando las estrategias de Antonio Gramsci, ha llevado a muchos a rehuir la identificación con la derecha, prefiriendo en su lugar una postura centrista que combina elementos de ambos espectros políticos. Según argumenta, este fenómeno enmascara la realidad de que muchos, aunque no lo reconozcan abiertamente, poseen convicciones de derecha. Subraya que la defensa de la justicia social y los derechos de los más vulnerables no debe equipararse con un alineamiento político izquierdista. En cambio, afirma que el avance en el bienestar social se logra más eficazmente promoviendo el crecimiento económico a través de la inversión y el estímulo de la empresa privada, reconociendo diferencias individuales siempre que estas fomenten una mejora en el bienestar general.
Miró Quesada no se limita a criticar; también invita a la creación de una ‘derecha auténtica’ que promueva un proyecto positivo de libertad, justicia y desarrollo económico. Presenta una lista de 41 políticas de Estado que delinean el Perú en el que él desearía vivir, destacando la importancia de fomentar un gobierno que realmente contribuya al bienestar social, la armonía general y la felicidad individual. Los planes de gobierno que desarrollen los actores políticos deberían estar orientados a estas políticas de Estado, las cuales deben mantenerse estables a lo largo del tiempo.
Libertad trasciende una simple crítica del estado actual; se erige como un manifiesto que aboga por una profunda reinvención política y social, delineando el camino para lograrlo. Miró Quesada exhorta a todos los peruanos a reflexionar sobre el tipo de país en el que desean vivir y el legado que desean dejar a sus descendientes. Enfatiza la importancia de adherirse a principios fundamentales que no solo aseguren la supervivencia del Estado, sino también su florecimiento, todo dentro de un marco que respete genuinamente la libertad individual y promueva la empresa privada.
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