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Redacción PERÚ21

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Carolina Trivelli,Sumas y restasEconomista

Probablemente Beca18, junto con Pensión65, son los programas característicos de la gestión del presidente Humala. Fueron efectivas ofertas de la campaña electoral y han logrado subsanar claros vacíos de nuestra política social. Aún están en proceso de consolidación, les va bien, pero tienen todavía mucho por recorrer.

Beca18 completa un ciclo de promoción de oportunidades a lo largo de la vida y por ello es relevante. Una niña que nace en un hogar de muy escasos recursos, en un centro poblado rural, recibe al nacer su DNI y hoy –a pesar de que nadie lo ha celebrado como se debe- acceso al SIS. Si nació en una zona con cobertura de Cuna Más recibirá además atención para mejorar su desarrollo temprano. Si su familia es muy pobre accederá a Juntos, para asegurar que reciba la atención de salud que le corresponde y que asista a la escuela hasta terminar la secundaria. Ahí acababa el apoyo del Estado. Hoy con Beca18, si esta niña, ya joven, quiere y ha sido buena alumna, podrá seguir estudios superiores. Una oportunidad sin precedentes para miles de jóvenes que gracias al esfuerzo de sus familias y al apoyo del estado, logran concluir la secundaria. Beca18 cambia sus vidas, cambia sus oportunidades y cambiará su futuro. Los incluye. Beca18 cambia biografías individuales. De ello pueden dar cuenta los más de 11 mil jóvenes que ya participan en este programa.

Más allá del impacto de Beca18 en la vida de sus becarios, el programa trae además dos efectos positivos en la sociedad peruana. Primero, las universidades que reciben a estos becarios cambian; sus estudiantes pueden y deben interactuar con los jóvenes de Beca18, los conocen, estudian con ellos, hacen trabajos de grupo, se ríen juntos. Conocer a jóvenes de trayectorias tan diversas mejora la experiencia universitaria sin duda, amplía horizontes. Por ello son varías universidades, públicas y privadas, que valoran este aspecto y compiten por atraer becarios de Beca18.

Segundo, si bien aún está por verse, es probable que cuando estos becarios se gradúen, se insertarán en distintos ámbitos profesionales y esta inserción democratizará y diversificará sus centros de trabajo. Ojalá que muchos de ellos trabajen fuerte y logren llegar a puestos de toma de decisiones, con ello tendremos élites y tomadores de decisión más diversos, que conozcan más su país, sus múltiples realidades y las estrategias y trayectorias de nuestra gente. Con ello sin duda tendremos mejores decisiones, más pertinentes, y un país mejor.

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