ONPE informó que el problema no podrá ser atendido. (Foto: El Comercio)
ONPE informó que el problema no podrá ser atendido. (Foto: El Comercio)

En poco más de un mes, los peruanos nos someteremos al referéndum que planteó el Ejecutivo y que el Congreso de la República facilitó con la aprobación de los cuatro proyectos de ley. Será, sin duda alguna, un proceso fundamental para fortalecer el contrato social que vincula a los ciudadanos con el Estado y también una buena forma de recordar que las ataduras entre los gobernantes y los gobernados se deben al modelo democrático que nos rige. Modelo en el que la ciudadanía es soberana y manda.

La maratónica audiencia que llevó a la señora Fujimori a pasar 36 meses en prisión preventiva y que continuará con los otros 10 imputados por la Fiscalía, ha distraído sobremanera a la opinión pública de la oportunidad de profundizar en la relevancia y contenido de cada una de las cuestiones que serán puestas en consulta: reforma del ex CNM, financiamiento de partidos, prohibición de reelección congresal y bicameralidad.

Pero la distracción puede agudizarse, pues a las audiencias judiciales se sumarán las campañas electorales de segunda vuelta regional y la continua aparición de audios y chats que comprometen a las más altas esferas del poder. No obstante, estamos en la obligación de empezar a concentrar también nuestra energía en conocer y dar a conocer el contenido de la consulta popular que se realizará el 9 de diciembre.

Si bien los medios de comunicación fomentaremos el debate de las cuatro propuestas, la última de las cuales es rechazada por el Ejecutivo porque fue desnaturalizada por el Parlamento, es el Estado el que debe asumir con celeridad la responsabilidad de construir los mecanismos de información a difundir y debe poner todos sus engranajes a disposición del éxito de este referéndum. Tras estallar el caso de corrupción judicial, el presidente Vizcarra logró sacar adelante su propuesta de cambio usando el referéndum como ariete. Esa estrategia, sin embargo, podría terminar siendo usada en su contra si sale mal.

En Perú21, consideramos que el referéndum podrá ser determinante para empezar a socavar la corrupción judicial y política, que hemos visto enquistarse en la judicatura y en los partidos políticos con el tema del financiamiento. Queda poco tiempo. Esperemos que pronto los actores de la campaña empiecen a calentar la consulta.

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