Al ‘magnate’ universitario José Luna Gálvez le han denegado licencias para sus dudosos, aunque pingües negocios en el sector educación, que, en su caso, fueron de los más notorios.
Difícil olvidar la imagen de aquella fachada que se hacía pasar por una casa de estudios de alto vuelo, sucursal de la Universidad Privada de Telesup, propiedad de este personaje, a la que la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) original terminó obligándola a cerrar.
Pero el ‘empresario’ José Luna Gálvez es también el congresista José Luna Gálvez, quien ahora, gracias a su habilidad para dar refugio en su bancada a toda clase de representantes tránsfugas, investigados, ‘mochasueldos’ o procesados por la justicia, se ha hecho de la Comisión de Salud del Poder Legislativo.
Catorce parlamentarios, como ya hemos dicho, no son moco de pavo. Y eso que a este Congreso, Podemos Perú (PP) llegó con tan solo 5 representantes elegidos.
Así las cosas, la Unidad de Investigación de Perú21 descubrió que este tristemente célebre inmueble, que fungía de casa de estudios, se convirtió por arte de birbiriloque, y quién sabe qué argucias administrativas, en una suerte de clínica (Centro Médico Internacional Galeno de Pérgamo SAC) que abrirá pronto sus puertas al público.
La licencia de funcionamiento le fue concedida por la Municipalidad de Lima, a principios de este año. Como gerente general, para mayores señas, figura justamente una regidora municipal, militante registrada de PP, quien cuenta, además, con un largo expediente que la vincula a más de una empresa del emporio “educativo” de José Luna Gálvez. Porque Podemos Perú, queda claro, podrá ser un partido político, pero es también –quizás, sobre todo– un conglomerado empresarial.
Y este conglomerado partidario se ha hecho nada menos que de tres comisiones parlamentarias: Inclusión Social, Salud y Fiscalización. Por lo pronto ya conocemos algo de sus intereses en el sector salud, al que este magnate universitario devenido político parece haberse volcado, luego de que sus negocios en el rubro educación se vieran cuestionados.
Y aparte de sus demagógicos ataques a la industria farmacéutica local, todo indica que, en línea con este giro de negocios, no tardará en mover ficha. Podemos Perú debe tener grandes planes para la Comisión que preside, a través del parlamentario Luis Picón, condenado a cuatro años de prisión suspendida por negociación incompatible.
Las fuerzas democráticas, las instituciones, la sociedad civil deberán permanecer alertas. La égida parlamentaria del “doctor Luna” no ha hecho más que comenzar.