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[Opinión] Richard Arce: Los siameses
“Son igualitos estos extremos, que ya habían dado muestras de simpatías en agendas conservadoras”.
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El destape periodístico sobre el uso que se le da al dinero público por parte de los partidos políticos que reciben financiamiento estatal, para supuestamente fortalecer la institucionalidad y representación partidaria, ha demostrado que este mecanismo es una farsa y, como siempre, la mayoría de políticos se aprovechan y tratan de sacarle la vuelta a la limitada legislación y la supervisión de la ONPE.
Aquí resalta el caso de Vladimir Cerrón de la extrema izquierda y López Aliaga de la extrema derecha, que por cierto representan a lo más rancio de las posiciones políticas respectivamente, pero que ahora han sido evidenciados con el despilfarro del dinero público.
Resulta que todo su discurso crítico es de doble rasero. Ambos se han dedicado a despotricar de los servicios de consultorías o descalifican con el término “caviar” a cuanto opositor perciba algún ingreso del Estado; denostándolos de “mermeleros” para agraviar al que se atrevía a criticar sus trayectorias zigzagueantes, que incluye casos de corrupción.
Ahora vemos que Cerrón vive también del Estado –es legal porque es la discrecionalidad de su partido político–, pero evidentemente es incoherente con los gruesos calificativos que hacía de los profesionales que laboran en el Estado.
Por su parte, López Aliaga estaría metido en una trucha triangulación de fondos del Estado para financiar su campaña al municipio de Lima. Utilizaría de testaferro al fujimorista Gagó, que curiosamente cobró más de 200 mil soles por una consultoría –como las que tanto critica– y después Gagó paga más de 100 mil soles en paneles publicitarios, como un supuesto generoso aporte a la campaña.
No se parecen, son igualitos estos extremos, que ya habían dado muestras de simpatías, en agendas conservadoras y hasta en las contrarreformas con las que han embaucado a sus electores, pretendiendo tumbarse la Sunedu, la mejora del transporte público y la figura de la colaboración eficaz.
Estamos avisados y ya sabemos de qué pie cojean estos siameses.
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