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¿Quién controla nuestros cielos?
¿Quién controla nuestros cielos? por Juan Stoessel.
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Todo avión que recorre el cielo se encuentra a cargo de los controladores de tránsito aéreo. En Perú, la prestación de este servicio esencial (sin el cual no podría realizarse ningún viaje, sea por negocios, estudios, turismo, motivos familiares o salud) le corresponde única y exclusivamente a Corpac. Sí, la misma empresa estatal que años atrás operaba los aeropuertos del país (que no fueron precisamente un modelo de modernidad y eficiencia) es la que tiene control absoluto de nuestros cielos.
Una de las consecuencias de este monopolio es que contamos con un número muy reducido de controladores aéreos. Es lógico, así tienen la sartén por el mango. Pero a menor disponibilidad de gente, más difícil es tener el personal idóneo para reabrir todos los aeropuertos o ampliar vuelos. Y más fácil poner al país en jaque, cada vez que el Sindicato de Controladores amenaza con huelga. Lo hicieron la víspera de los Panamericanos de 2019. Lo repitieron días antes de Navidad. Es parte de un libreto, que pone los intereses de un pequeño grupo por encima de los intereses de la ciudadanía y la imagen del país ante el mundo.
Luego de un durísimo 2020, este nuevo año necesitamos un golpe de timón. El Estado debe implementar un plan de formación y capacitación de una nueva generación de controladores. Requerimos más especialistas, capaces de dirigir más vuelos, manejar nuevas tecnologías y operar nueva infraestructura (como la 2da. pista del Jorge Chávez). Los tremendos retos de 2021 no son compatibles con este ineficiente statu quo.
Mención aparte merecen los aeropuertos aún operados por Corpac, como el de Cusco, donde ni siquiera tienen el criterio de abrir la zona de estacionamiento, forzando a los pasajeros a apiñarse afuera, peleando por transporte. ¿Hasta cuándo el Estado seguirá insistiendo en manejar lo que no puede?
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