“Que no quede huella...”

Juan José Garrido,La opinión del directordirector@peru21.com

A estas alturas, la gran mayoría de peruanos están conscientes del caso López Meneses, el irregular resguardo a las dos casas de la familia por casi 18 meses y la falta de una respuesta clara sobre los motivos y las responsabilidades de quienes lo facilitaron. No es un caso que se puede barrer a las faldas de una cortina.

El susodicho, como sabemos, estuvo recluido en el Penal San Jorge, por diversos casos relacionados a la mafia montesinista, entre los años 2003 y 2007. Según diversos testimonios, durante dicho encierro López Meneses actuó como operador político, incluso del Partido Nacionalista.

Revienta entonces el caso de la vigilancia, como recordamos, y el gobierno entra en pánico: destituyen a miembros del ejecutivo y altos mandos de la policía, aparecen (falsas) pruebas falsas que vinculan al presidente con el caso, y ante el pedido de la relación de las visitas (solicitado por los congresistas Gagó Pérez y Chávez Cossio del fujimorismo), el gobierno nos comunica que la información no existe, así de simple y sencillo.

Por increíble que parezca, el Ministerio de Justicia y el Consejo Nacional Penitenciario nos comunican que dicha información, sobre el periodo solicitado y el interno en cuestión, no existe. No nos dice que nunca existió ni por qué no existe ni qué sucedió con ella. Nos dice, sencillamente, que no existe.

¿Es tan grave la situación que el gobierno prefiere asumir los costos asociados a realizar semejante artimaña, tan obvia y desnuda, que asumir los costos asociados a que descubramos la verdad? ¿Tan hediondo es lo que pasó?Sin dichos registros será difícil conocer y explicar las ramificaciones de la red montesinista. Ojalá no se "pierdan" actores en el camino.