Wall Street: Repentina crisis toma por sorpresa mercado internacional (Bolsa Mexicana de Valores)
Wall Street: Repentina crisis toma por sorpresa mercado internacional (Bolsa Mexicana de Valores)

Después de casi una década de crecida, en la última semana, las principales bolsas de valores sufrieron una sacudida. ¿Se trata de una corrección normal y reversible o es el inicio de una caída prolongada? Creo que estamos más cerca de lo segundo. Como he venido argumentando, estamos en la fase final de la recuperación económica y del bull market bursátil que comenzó a mediados de 2009.

Hasta recientemente, las gigantescas emisiones de dinero de los bancos centrales solo provocaban inflación de activos –acciones, bonos y vivienda–, pero no de bienes y servicios porque la crisis financiera de 2008 dejó un “ejército de reserva” de desempleados y exceso de capacidad instalada en muchos sectores. Pero se agotó ese margen y un buen número de países ya empiezan a sentir tensiones en el mercado laboral, presiones inflacionarias y subidas en las tasas de interés, particularmente las de plazos más largos que son sobre las que tienen menos control los bancos centrales. La mayoría de los analistas coinciden en que el mercado de bonos entró ya en un escenario a la baja o bear market: la dirección de las tasas de interés será hacia arriba.

Las Bolsas
Las Bolsas

El bull market que acaba de concluir duró un cuarto de siglo; le precedió un bear market que se extendió desde finales de la Segunda Guerra Mundial hasta 1982.

El último tramo del bull market de los bonos –de 2008 hasta 2017– lo alimentaron los bancos centrales con sus compras masivas de títulos de deuda; mayormente de deuda pública, aunque también de bonos hipotecarios, bonos de bancos y empresas privadas y en el caso de Japón hasta de acciones. La contrapartida de las ingentes emisiones de moneda de la última década es la compra masiva de bonos. La gráfica nos da una idea del monto. Los más agresivos han sido los bancos centrales de Japón e Inglaterra, que hoy tienen en cartera más de un tercio de toda la deuda pública; la Reserva Federal de los EE.UU. tiene un quinto del total.

Pasamos a un nuevo tiempo en que los bancos centrales tienen que controlar el exceso de liquidez y comenzar a vender sus tenencias de bonos; el fin de la era del dinero barato es premonitorio de la corrección inminente de las bolsas y los precios de los bienes raíces.