Ministra Hania Pérez de Cuellar (Ministerio de Vivienda)
Ministra Hania Pérez de Cuellar (Ministerio de Vivienda)

Una buena reacción contra el cáncer de la corrupción que se había instalado en el Ministerio de Vivienda, sobre todo durante el gobierno de Pedro Castillo, ha sido limpiar la casa. Parecerá una obviedad, pero no está de más reconocer que se ha obrado con presteza y pulcritud, algo desusado en la administración pública.

La ministra Hania Pérez de Cuéllar ha demostrado tener buenos reflejos, pues destituyó sin demasiados miramientos a los funcionarios que se corrompieron ­y apartó a aquellos que son todavía investigados por sus vínculos con la organización delictiva que Sada Moray montó en el ministerio y en el programa Mivivienda.

Y no olvidemos que esa red de sobornos y adjudicaciones llegó hasta las altas esferas del poder, es decir hasta el entonces inquilino de Palacio de Gobierno, Pedro Castillo.

Lo cierto, sin embargo, es que el país necesita sancionar los actos de corrupción en el Estado, pero también echar a andar la maquinaria de la economía. En ese sentido es que la ministra Pérez de Cuéllar ha redondeado la faena de la mejor manera posible: relanzando, con nuevos bríos, el fondo Mivivienda, debidamente fumigado de los malos elementos que lo habían penetrado.

Como quien dice “la pelota no se mancha” ­–se trata de un programa medular para los peruanos en busca de acceder a una vivienda propia– el relanzamiento incluye un directorio y una plana gerencial totalmente renovados, así como productos y bonos novedosos en favor de los sectores más vulnerables.

La idea, según la propia titular del portafolio, es recuperar la confianza de los eventuales beneficiarios y de los socios inmobiliarios trabajando proyectos de vivienda social con procesos transparentes y bajo los más altos estándares internacionales. “El Fondo Mivivienda viene a presentarse con las manos limpias y con la dignidad de trabajar por aquellos que más sufren y que hoy no tienen una vivienda digna, estamos hablando de 1.8 millones de peruanos, aproximadamente 1.5 millones a nivel urbano y 300 mil en el medio rural”, sostuvo Pérez de Cuéllar en su presentación.

He aquí, pues un buen ejemplo de gestión e iniciativa, de proactividad, que los demás ministros deberían seguir. El Perú lo necesita con urgencia.