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Redacción PERÚ21

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Carlos Meléndez,Persiana AmericanaCuando Pacho Maturana justificaba sus derrotas futbolísticas, acuñó la frase del título de este artículo, la cual, considero, mejor describe un primer análisis de las elecciones regionales y municipales.

El Apra en Lima es el perdedor más feliz. Ha hecho que un 15% de capitalinos marque la estrella. El apristón –quien no es militante, pero no se hace problemas al votar por un candidato aprista– ha resucitado en la capital. A nivel regional, ha pasado a unas pocas segundas vueltas. Sin embargo, su mayor dolor es perder La Libertad, región que gobernó desde el 2002.

A los proyectos nacionales que apostaron a empujar la campaña del 2016 desde ahora no les fue tan mal. De hecho, tanto fujimoristas como los de Acuña le han arrebatado la iniciativa política al Apra en el "sólido norte". APP ganó la presidencia regional en La Libertad e irá a segunda en Lambayeque (y en Ayacucho). Además, ha ganado importantes alcaldías provinciales en la costa norte (Santa, Tumbes). El fujimorismo podría terminar este proceso sin ninguna presidencia regional, pero va a luchar segundas vueltas en Lambayeque, Ica, Pasco y Lima Provincias. A nivel provincial, ha ganado dos provincias norteñas importantes: Chiclayo y Cajamarca.

Los partidos pueden darse el lujo de perder (mejor si ganan, obviamente) porque pueden sobrevivir la derrota, meditarla y volver a ensayar. Si no me cree, mire al Apra.