Percy Medina: "El proceso electoral está bastante manoseado". (Roberto Cáceres)
Percy Medina: "El proceso electoral está bastante manoseado". (Roberto Cáceres)

Redacción PERÚ21

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A escasos 25 días de las elecciones generales, el representante de IDEA Internacional en el Perú, Percy Medina, advierte que una democracia joven como la peruana no puede darse el lujo de que se ponga en tela de juicio la legitimidad del proceso electoral del 10 de abril. Estas son sus reflexiones.

¿Cuál es su opinión sobre las denuncias de presunta ilegalidad del proceso electoral?Este no es un proceso electoral regular, es un proceso atípico. Sin embargo, hablar de fraude me parece una exageración.

¿Qué refleja este tipo de reacciones? Si el fallo no hubiera sido adverso, no se pondría en tela de juicio el proceso…Los reclamos están motivados por resoluciones que los han dejado fuera de carrera. Tienen el legítimo derecho de expresar su desacuerdo y de quejarse ante otras instancias, pero el proceso continúa. En la medida que la participación ciudadana se exprese en las urnas, sin ningún contratiempo, estaremos ante elecciones que han cumplido su finalidad: tener autoridades legítimamente elegidas en comicios competitivos.

¿Y ese derecho alcanza expresiones que ponen en duda la legitimidad del proceso?Cada quien es dueño de sus expresiones y no se le puede impedir mostrar su inconformidad. Sin embargo, habría que recordar que tenemos una democracia muy frágil y que nuestra cultura política está en desarrollo.

Todos por el Perú ha advertido que no reconocerá a las autoridades elegidas. ¿Eso refleja inmadurez política?Los momentos difíciles ponen a prueba a los actores políticos, que deberían esforzarse por tener expresiones que se proyecten a largo plazo. Con la cabeza caliente, uno puede decir muchas cosas, y la frustración y el desánimo pueden inspirar frases que, vistas dentro de algunos meses o años, podrían llevar a estos políticos a arrepentirse.

¿Cuál ha sido el principal factor que nos ha llevado a esta situación de tensión electoral?Lo que muestra este conjunto de problemas es la limitación que tiene la legislación electoral. Desde hace más de 10 años, sostengo que los plazos electorales son muy ajustados, las competencias de los organismos electorales en muchos ámbitos no son precisas, hay subregulación en algunos ámbitos y sobrerregulación en otros, no hay una legislación coherente que refleje la realidad política del país.

¿Cómo sacar adelante esas reformas?Hemos llegado a una situación límite que nos ha mostrado con mucha precisión cómo el no haber hecho las reformas adecuadas en su momento ha tenido implicancia muy directa en definir la política. El mejor momento para hacer una reforma es al inicio de un periodo legislativo porque, estando lejos de las próximas elecciones, se pueden pensar las reformas con la cabeza fría y discutirlas con la calma que un proceso de este tipo requiere.

¿Cuando hablamos de reformas, qué es lo que debe entender la ciudadanía? ¿Se pueden identificar estas fácilmente?Son reformas de temas específicos que se pueden identificar, pero que no se pueden hacer de manera aislada. Una reforma supone pensar integralmente en tres sistemas articulados: sistema de gobierno, electoral y partidos políticos. No se trata de hacer reformas aisladas, sino de pensar en el efecto que pueden tener en otros ámbitos de la vida política del país.

¿Qué nos espera el próximo 10 de abril?Algunos teníamos la ilusión de tener un cuarto proceso ininterrumpido que diera muestra de consolidación de la democracia; esperemos que estemos a tiempo de lograrlo. No es bueno para la democracia tener actores políticos discutiendo los resultados.

¿Advierte un riesgo?Hay un riesgo evidente. El proceso ha terminado bastante manoseado, y si bien es cierto que continúa, es como un auto que marcha, tiene su motor en buen estado, pero está bastante abollado y raspado por todos lados.

¿Qué tipo de riesgo?El riesgo de que ciertos sectores de la población consideren que no han sido unas elecciones justas y equitativas y, por lo tanto, quienes salgan elegidos sean mirados de reojo como actores poco legitimados. Es un riesgo que una democracia joven y con instituciones débiles como la peruana no se puede permitir. Tenemos que hacer todo el esfuerzo por garantizar elecciones con alta legitimidad, participación y credibilidad, y siendo conscientes de que no ha sido el mejor proceso electoral de los últimos años.

¿Qué debemos hacer?Debería ser tarea de todos: actores políticos, organismos electorales, medios de comunicación. No podemos darnos el lujo de tener elecciones sin legitimidad. Habrá que reconducir el proceso por buen cauce y promover que quienes salgan elegidos lo hagan en las mejores condiciones y bajo el compromiso de hacer las reformas necesarias para que no volvamos a pasar por este callejón de problemas que hemos visto en estas elecciones.

¿Y el respeto a los resultados?El respeto a los resultados es prerrequisito a la participación en política. Uno juega bajo determinadas reglas que pueden acertar o equivocarse, pero, una vez que están establecidas las decisiones, hay que aceptarlas, no más.

AUTOFICHA

■ "Tengo cuatro años como jefe de misión para el Perú del Instituto para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA) Internacional, que tiene su sede en Estocolmo. Su objetivo es promover la democracia en el mundo y su mandato trabajar en áreas de participación política".

■ "En este proceso electoral nos hemos enfocado mucho en promover el voto informado y en generar conciencia sobre el riesgo de la infiltración del crimen en la política, en particular del narcotráfico, la tala ilegal y la minería ilegal".

■ "Hemos lanzado una herramienta llamada GPS Electoral, que les permitirá a los electores comparar su posición con las de los candidatos en determinados temas; por ejemplo, si el voto debe ser o no voluntario. Se puede acceder a través de www.gpselectoral.pe".

Por Patricia Quispe V. (pquispe@peru21.com)