Pasos perdidos
Pasos perdidos

Redacción PERÚ21

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Desde que la prensa puso al descubierto los planes del presidente Ollanta Humala para comprar los activos de Repsol en el Perú, las señales de alerta se prendieron y los fantasmas del pasado estatista y del peligro de retomar el camino de la Gran Transformación nacionalista se pusieron sobre la mesa. La oposición puso el grito en el cielo y anunció que luchará para impedir que se concrete esta operación, no solo por las implicancias en nuestra economía, sino por las consecuencias políticas. Durante toda la semana, los congresistas y dirigentes políticos advirtieron que, al tener en su poder la refinería de La Pampilla, el Gobierno la usaría como "caja chica" para solventar la posible candidatura presidencial de Nadine Heredia, siguiendo el ejemplo de PDVSA, en Venezuela. "No olvidemos que las campañas de reelección en Ecuador, Bolivia y Argentina han estado contaminadas por el dinero venezolano", advirtió el dirigente Juan Sheput (PP). Y es que la inclinación electoral de la esposa del mandatario es cada día más evidente y su eventual campaña, así como sus constantes presentaciones en el Perú y en el exterior requieren un gran financiamiento que no implique rendición de cuentas. Además, el interés especial de la primera dama por esta transacción se puso en evidencia el jueves pasado cuando salió a enfrentar a los críticos y a defender la posible compra. En esta historia, pasó casi desapercibido que hace solo cuatro días el premier Juan Jiménez usó, para el caso de Repsol, la misma frase con la que responde sobre la candidatura de 'la Jefa': "El Gobierno no está preocupado por el tema". Poco después, se confirmó lo contrario: Palacio sí quiere comprar los activos. ¿Sucederá lo mismo con la postulación de Nadine? ¿Cuándo se animarán a decir la verdad?

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