Parada en seco

Muy saludable la decisión de la fiscal Patricia Benavides de rechazar la propuesta de cambiar al coronel Harvey Colchado como jefe del equipo especial de la PNP que apoya las investigaciones de la fiscal Marita Barreto sobre los posibles negociados en el gobierno.

La negativa se la expresó al propio ministro del Interior Willy Huerta, quien –acompañado del comandante general de la Policía Nacional, Luis Vera– acudió a reunirse con ella para convencerla de que remplazará a Colchado con otro jefe policial.

Colchado trabaja con la fiscal Marita Barreto en las investigaciones sobre posibles ilícitos cometidos por el entorno presidencial y está tras los pasos de Fray Vásquez, así como del exministro de Transportes Juan Silva.

Como se recordará, hace poco más de una semana, Castillo despidió intempestivamente al entonces ministro del Interior, Mariano Gonzales, quien, a su salida, precisamente, acusó al mandatario de haber intentado obstruir la labor de la unidad de la PNP que él conformó para capturar a estos prófugos.

Todo indica que el presidente sigue preocupado por la presencia de un oficial competente y honrado como Colchado al frente del equipo policial que apoya las indagaciones que actualmente lleva a cabo el Ministerio Público.

Es evidente que Castillo se siente cada día más acorralado y continuará haciendo todo lo que su cargo le posibilite para evitar que estas investigaciones lleguen a buen puerto, no importa si se salta normas y protocolos. En este caso, por ejemplo, sus gonfaloneros intentaron contravenir la resolución ministerial con que se nombró a Colchado, rubricada también por el propio comandante general de la PNP, Luis Vera, quien al parecer cambió de idea hace unos días, y resulta que ahora respalda la maniobra presidencial.

La firmeza de la fiscal de la Nación merece el apoyo de todos los demócratas en el país, tanto como el de la sociedad civil organizada, pues solo la separación de poderes en el Estado permitirá que los abusos y presuntos manejos turbios del Ejecutivo salgan a la luz. Más aun tratándose de acusaciones tan graves que tienen como protagonista nada menos que a quien dirige los destinos de la nación.