Por Stéphane Michelin, CEO de Sodexo Beneficios e Incentivos Perú.
Por Stéphane Michelin, CEO de Sodexo Beneficios e Incentivos Perú.

Por Stéphane Michelin, CEO de Sodexo Beneficios e Incentivos Perú

Los últimos acontecimientos y fenómenos naturales que han azotado diversas regiones del país generaron una tasa de inflación al alza y, en consecuencia, afectan el costo de la canasta básica familiar. Bajo este contexto, el gobierno del Perú respalda el beneficio de alimentación para a través de la Ley de Prestaciones Alimentarias 28051, la cual contribuye a que más familias peruanas sobrelleven el gasto mensual de esta necesidad, pues, desde su aprobación, en 2003, ha permitido a miles de peruanos sujetos al régimen laboral de la actividad privada y pública acceder a una gran variedad de productos esenciales para sus vidas.

En ese sentido, brindar un beneficio social adicional mediante una retribución flexible es una acción que facilita la adquisición de una amplia gama de necesidades alimentarias o productos de la canasta básica para los trabajadores y no implica cargas administrativas extras al empleador. Por ejemplo, una tarjeta para la alimentación, amparada en esta ley, permite otorgar mayores beneficios a un menor precio, optimizando el presupuesto destinado a la planificación de planillas con un ahorro de hasta 49%, y garantizando la alimentación del talento humano y sus familias, especialmente en medio del contexto de la inflación.

Ante este panorama, es importante destacar que, si bien el porcentaje de las empresas que tienen implementada esta ley como beneficio es muy bajo aún, son cada vez más las que se adhieren a ella, ya que promueve una mejora considerable en los ingresos de los trabajadores al facilitarles las compras relacionadas con productos de primera necesidad. Además, brindar este tipo de beneficios adicionales promueve el bienestar laboral, lo que finalmente permite a la organización mantener o incrementar el nivel de motivación entre los empleados, disminuir la tasa de rotación, mejorar su productividad, atraer y fidelizar a sus nuevos talentos.

Sin duda, implementar esta práctica amparada en el marco de la Ley de Prestaciones Alimentarias es una gran solución para las empresas, las cuales pueden poner en marcha una política de beneficios para sus trabajadores. De esta manera, las compañías pueden fomentar la satisfacción de sus equipos sin que esto represente una mayor carga administrativa ni requiera demasiado tiempo para su implementación. Por el contrario, se controlarán mejor los costos por medio de la inversión en una herramienta que les otorgará ese factor diferencial y, por tanto, una gran ventaja competitiva.


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