[OPINIÓN] Sonia Chirinos: Madrid, capital del mundo occidental

Acaba de clausurarse la cumbre de la OTAN. Organización que surge del Tratado de Washington en 1949, por el que 10 países se comprometieron a defenderse recíprocamente en caso de conflicto bélico en sus respectivos territorios.

España, país anfitrión, forma parte de la OTAN desde 1982. Felipe González, gran estadista, inicialmente contrario al ingreso de España, cambió con éxito su posición.

La gran mayoría de los países que integran la OTAN son europeos, con la excepción de Estados Unidos y Canadá, (porque Turquía, por aquello del Capitán Pirata, habrá de ser considerada semieuropea). EE.UU. es su principal valedor.

Algo debe tener la OTAN, (o la NATO) cuando una de las excusas esgrimidas por Putin para iniciar la guerra contra Ucrania se escudó en el interés de esta por ingresar allí.

El balance que cabe hacer de la brillante cumbre de Madrid es que Turquía ha levantado el veto a la entrada de Suecia y Finlandia. Países tradicionalmente neutrales. A propósito de este interés sueco y finlandés, Putin ya ha soltado algún exabrupto. Es lo que pasa cuando uno se cree el dueño del mundo.

Biden, que dirigió palabras cariñosas al presidente del Gobierno español, ha conseguido que España dé luz verde a incrementar su presencia en las bases norteamericanas que hay en España. Nuevo golpe bajo a Putin.

Y, por último, en un escenario arropado con cuadros de Velázquez, Goya o Tiziano y con las melodías surgidas de la orquesta sinfónica de Kiev, no se dice que China sea el enemigo, pero sí el “desafío sistémico” .

Ahora bien, en la cumbre ha quedado demostrado que Rusia y, más que ella, Putin, son el enemigo, la “amenaza directa”, que ha logrado lo que parecía incluso innecesario: reforzar el espíritu de protección territorial, ante cualquier desafío belicista.