[Opinión] Richard Arce: Solidaridad con el pueblo saharaui

La República Árabe Saharaui tiene una historia en la relación diplomática en el Perú, en especial, porque nuestro país fue de los primeros que avaló la resolución de las Naciones Unidas que la reconoció como Estado independiente, poniendo en preminencia el derecho de autodeterminación de los pueblos, considerando el contexto de la época con el fin del colonialismo español en el Sahara oriental.

Recordemos que fue en la segunda mitad del siglo XX que varias naciones africanas lograron su independencia, después de cruentas batallas y una corriente anticolonial que levantaba banderas de libertad. Evidentemente, esta nueva composición geopolítica del África conformó Estados que inclusive generaron problemas mayores, como el exterminio de etnias, como lo sucedido en el genocidio de Ruanda.

El Estado árabe Saharaui proclamó su independencia el año 1976 y desde entonces viene luchando, buscando el aval de las naciones del mundo. El Perú en el gobierno de Belaunde Terry reconoció la existencia de este Estado y entabló relaciones diplomáticas. Esto habría que recordarle a la congresista María del Carmen Alva, para que no se exprese peyorativamente y la describa como un pueblo de nómades y de 40 carpas, cuando en realidad tiene medio millón de habitantes y una historia que la antecede.

Es cierto que viven en la precariedad y que son atendidos por la ACNUR (la agencia de la ONU para los refugiados), pero también es cierto que viven bajo la presión militar y acoso del reino de Marruecos, que desconoce su existencia y desarrolla una estrategia diplomática en varios países del mundo para desconocer al pueblo Saharaui.

Debería haber más prudencia desde el gobierno sobre estos temas sensibles, con el reconociendo público al pueblo Saharaui y evitar expresar posiciones contrarias, como lo manifestado en su momento por el canciller Miguel Rodríguez Mackay, quien desconoció públicamente esta posición actual del gobierno.