[OPINIÓN] Richard Arce: “Perspectivas de Perumin”

“En un contexto donde las inversiones del país han caído a su nivel más bajo de los últimos 20 años, generar espacios para la promoción del sector es de vital importancia y debería ser incentivado como una política de Estado”.

Richard Arce

Fecha Actualización

27/09/2023 - 07:05

Ha empezado esta semana la 36.a edición de Perumin en Arequipa, organizada desde 1954 por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú y que convoca al sector empresarial minero para debatir y analizar los desafíos que tiene el sector y sus aportes al desarrollo económico y social del país.

Lo interesante de estos eventos es que permiten coincidir en un espacio, esta vez en las instalaciones del Centro de Convenciones de Cerro Juli, a los ejecutivos de las grandes mineras, las autoridades del sector, expertos, emprendedores, académicos y estudiantes para intercambiar experiencias y conocimientos del sector minero y sus perspectivas.

En un contexto donde las inversiones del país han caído a su nivel más bajo de los últimos 20 años, generar espacios para la promoción del sector es de vital importancia y debería ser incentivado como una política de Estado. El problema subyacente es la crisis política, que es una variable que ya está afectando seriamente al sector que, por cierto, ya tiene problemas complejos que afrontar con la conflictividad social que tiene en ascuas a zonas como el Corredor Minero. Recuerden que las negligencias de los políticos y sus propuestas populistas han empoderado a radicales y antimineros en desmedro de la inversión.

Algún detractor podría argumentar que esta opinión se está sesgando a los intereses empresariales mineros, pero está equivocado porque la racionalidad te hace entender que la economía del Perú depende directamente de la actividad minera; tan es así que, en la última presentación de la Ley de Presupuesto el ministro de Economía sustentó el financiamiento con los aportes vitales de la minería que sustentan el gasto público.

Es conocida también mi vocación ambientalista, por formación y sobre todo por convicción, y además mi posición de defensa a los intereses de las comunidades campesinas y poblaciones indígenas de las zonas de influencia de los proyectos extractivos, por lo que me siento con más argumentos para exigir al Estado definir posiciones frente al desarrollo de la minería y garantizar la seguridad jurídica que requieren estas inversiones.

Exigir altos estándares ambientales, diálogo y beneficios a las empresas mineras debe ser el colofón de este Perumin, siguiendo justamente la experiencia canadiense que se va a abordar con especial atención en esta convención minera.

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