[OPINIÓN] Richard Arce: “Bono para congresistas”

Como una muestra del desprecio de los congresistas con la mayoría de los peruanos que tienen que padecer peripecias para salir adelante cada día, en plena crisis económica con la recesión de por medio, los congresistas decidieron otorgarse un bono de casi diez mil soles, con total desparpajo.

La noticia ha causado indignación, porque disponen del presupuesto público como se les viene en gana y no se les ocurrió nada mejor que seguir con el dispendio irresponsable del dinero público, habiendo tantas necesidades en el país y en el Congreso están dispuestos a seguir dilapidando la casi nula aprobación que tienen.

Estos bonos se han dado ya en abril de este año, como una estrategia que permita tranquilizar a los trabajadores del servicio parlamentario que empezaron a denunciar en bloque a los congresistas ‘mochasueldos’, con evidencias probadas que mostraban a extorsionadores y no congresistas, coaccionando a sus trabajadores para que les entreguen sus sueldos.

Ni los audios y todas las pruebas contundentes que destapó la prensa sobre los ‘mochasueldos’ significó una acción de enmienda de los congresistas, al contrario, se han sentido blindados y protegidos, porque hasta la fecha siguen laborando con impunidad y no hay ninguna sanción a estos congresistas que se comportan como vulgares delincuentes.

Al parecer hay una categoría de políticos que ni se inmutan con todos estos escándalos en el que están involucrados los congresistas y actúan con un egoísmo extremo, dispuestos a todo con tal de mantener sus gollerías, el boato y los beneficios económicos que tienen por encima del sueldo, por eso salen a defender sus bonos y ni el escándalo mediático los limita, al contrario, salen con cada pachotada para justificar lo injustificable.

Ya no existe el compromiso de servir al país y menos el sacrificio, aquí solo les importa sus beneficios propios y si pueden levantarse el país, lo van a hacer, porque no tienen escrúpulos y son capaces de todo. La mejor muestra es este Congreso de impresentables que actúan con la impunidad que le da su acuerdo implícito que tienen con el Ejecutivo para quedarse hasta 2026, sin darse cuenta de que están deteriorando la imagen y la institucionalidad del Parlamento.

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