[OPINIÓN] Richard Arce: “Abogados de medio pelo”. FOTO: GEC
[OPINIÓN] Richard Arce: “Abogados de medio pelo”. FOTO: GEC

Las idas y venidas que ha tenido la defensa legal de Pedro Castillo son para escribir una novela de intrigas y suspenso, pero con harta ciencia ficción, porque nos han salido con cada historia delirante, que sobrepasa cualquier capacidad de raciocinio.

MIRE: Cancillería cancela a la operadora de Evo Morales como cónsul en Puno

En realidad, todas estas estratagemas que inventan los abogados de Castillo son una más disparatada que otra y, en realidad, no lo ayudan, al contrario, lo están incriminando y desbaratando cualquier estrategia de defensa legal.

Para que se entienda, su defensa legal es tan pobre como lo fue su gobierno: rodeado de puro mediocre y oportunista que busca algún tipo de protagonismo. Parece que aprendieron muy bien el guion de Benji Espinoza, quien se despachaba en pleno gobierno con cada elucubración en los medios de comunicación y haciendo el ridículo en los tribunales de justicia. Pero al parecer no le importaba; ni el hecho de tirar por la borda su carrera con tal de tener cinco minutos de atención, porque ni se podría llamar fama al papelón que hacía a nivel nacional.

Pero si creíamos que habíamos visto todo con Benji, nos hemos quedado cortos con las alucinaciones del abogado Eduardo Pachas, quien, buscando la inimputabilidad de los delitos cometidos en flagrancia por Castillo, hoy postula una nueva tesis de defensa arguyendo una supuesta amenaza de muerte como coacción para que Castillo haya querido hacer el autogolpe.

No creo que el jurisconsulto Zaffaroni, que lo trajeron desde Argentina, le haya recomendado tremenda barrabasada. Debe ser más bien algún leguleyo o tinterillo, de los tantos que pululaban en Palacio, hambrientos del poder; que por cierto Castillo les daba patente de corso para que se enseñoreen ante tanto incauto que creía en el “amauta”.

Para ayudar a Pachas, tal vez podría argumentar que a Castillo lo secuestraron los extraterrestres y sustentaría esta nueva patraña argumentando la “teoría del desdoblamiento del tiempo”, así podría argüir que el Castillo que hizo el golpe de Estado estaba en el tiempo cuántico y él que está en la cárcel es el que está en el tiempo real. Puede consultar a Jean Pierre Garnier para que sustente su mejor su alegato y así fanfarronear con estilo.

VIDEO RECOMENDADO

Periodista Daniel Yovera sobre caso Sodalicio

TAGS RELACIONADOS