[OPINIÓN] Paul Montjoy Forti: Duque

Publicada en 1934 es considerada la primera novela con temática abiertamente gay de Perú. Teddy Cronwnchield, un joven de 25 años de la alta sociedad limeña y heredero de una gran fortuna tiene una doble vida. Eran los tiempos de los fumaderos de opio, los prostíbulos y los cafés afrancesados en el Jirón de la Unión (pensemos en Abraham Valdelomar). La novela de José Diez Canseco, quien se encontraba en el exilio, fue publicada por la editorial Ercilla en Chile con un prólogo del aprista, crítico literario y exvicepresidente Luis Alberto Sánchez. Desde entonces, la novela, que es considerada un clásico peruano en el extranjero, ha dado tumbos en la consolidación de su popularidad en el Perú. La editorial Gafas Moradas, en el 2022, publicó una nueva edición de ‘Duque’ que arribó a las librerías españolas. A pesar de ello, en nuestro país su distribución es escasa.

Cronwnchield, quien se martiriza por tener que escoger una de las ciento catorce corbatas que tenía en el closet. Dandi, rico, amante de la moda, el opio y buen gusto, despierta pasiones entre las señoritas y señoritos de la sociedad limeña. ‘Duque’ está escrito a tono de sátira, el autor buscó burlarse de la frivolidad de la clase alta. En sus líneas abundan las frases en inglés y en francés y se pueden observar las similitudes con ‘Un mundo para Julius’ (del cual es precedente) de Alfredo Bryce Echenique. No solo comparten recursos, tienen la misma finalidad: hacer comicidad de la decadencia de la aristocracia. El texto también nos sirve para acercarnos a la lima de antaño, en la que los intelectuales se emborrachaban bebiendo pisco en el Palais Concert.

A pesar de ser la primera novela con temática gay, no es la primera pieza literaria queer. En 1929 la escritora piurana Delia Colmenares publicó ‘Confesiones de Dorish Dam’ en el que narra la historia de una joven limeña de alta sociedad que descubre su sexualidad con una baronesa mientras realizaba un viaje en barco por el Pacífico. Ambos libros, el de Colmenares y el de Diez Canseco, representan un hito importante en la literatura peruana, son una especie de ‘Orlando’ y ‘El retrato de Dorian Gray’ de nuestra tradición. Esperemos que el tiempo, poco a poco, coloque estos textos en el lugar que se merecen.