"El impacto del ciclón Yaku ha sido estimado por el MEF en hasta S/2,600 millones (0.3% PBI) por daños en infraestructura, aunque, en términos de crecimiento, el BCRP recortó sus proyecciones para el año por este factor, de manera moderada para el sector agropecuario, de 2.4% a 2.2%, y algo más visible para el sector pesca, de 11.6% a 5%".
"El impacto del ciclón Yaku ha sido estimado por el MEF en hasta S/2,600 millones (0.3% PBI) por daños en infraestructura, aunque, en términos de crecimiento, el BCRP recortó sus proyecciones para el año por este factor, de manera moderada para el sector agropecuario, de 2.4% a 2.2%, y algo más visible para el sector pesca, de 11.6% a 5%".

Analistas económicos y autoridades vienen revisando sus para este año, luego de las secuelas que la conflictividad social y el ciclón Yaku dejaron durante el primer trimestre de 2023.

El Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) redujo recientemente su proyección de crecimiento económico de 2.9% a 2.6% para este año, pero incluso este ritmo está por encima de lo que esperaba el consenso del mercado en su lectura previa (alrededor de 2%). Es probable que, a estas alturas, el consenso del mercado se ubique por debajo de 2%, en un contexto en que las expectativas empresariales persisten pesimistas. Esto implicará también una revisión de los presupuestos empresariales para lo que resta del año.

El impacto del ciclón Yaku ha sido estimado por el Ministerio de Economía y Finanzas en hasta S/2,600 millones (0.3% PBI) por daños en infraestructura, aunque, en términos de crecimiento, el BCRP recortó sus proyecciones para el año por este factor, de manera moderada para el sector agropecuario, de 2.4% a 2.2%, y algo más visible para el sector pesca, de 11.6% a 5%.

Estos ajustes en las proyecciones son idiosincráticos para el Perú, pues el entorno internacional se muestra incluso más auspicioso (proyección de crecimiento mundial pasó de 2.3% a 2.4%), impulsado por un mayor crecimiento esperado para China (de 4.8% a 5.2%), en línea con el 5% anunciado por sus autoridades.

Un reflejo de estos “vientos” son los altos precios del cobre y el oro durante el 1T23, principales productos de exportación del Perú. Ello ha llevado al BCRP a reducir el déficit externo, lo que implica mayor estabilidad para el tipo de cambio.

La inflación en el mundo sigue siendo una preocupación, aunque una buena noticia es que se está moderando progresivamente. En el Perú, la inflación se ha mantenido por encima del 8% durante el 1T23, aunque por factores puntuales como el alza de los precios avícolas (gripe aviar) y limón (ciclón Yaku).

La elevada inflación ha impulsado a los bancos centrales a seguir elevando sus tasas de interés, pero a un menor ritmo y a pesar de las recientes turbulencias financieras –demostrando su firme compromiso contra la inflación–.

El BCRP fue uno de los primeros bancos centrales en iniciar el ciclo de alza de tasas de interés en agosto de 2021 y, al parecer, sería uno de los primeros en concluirla, pues dejó de subir su tasa de interés en febrero y marzo. Las presiones de inflación en el Perú vienen actualmente más por el lado local que global. Los factores globales que impulsaron la inflación al alza hace un año se han desvanecido.

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