"Nuestras exportaciones a la zona en conflicto representan solo el 0.03% del total, mientras que a toda la región del Medio Oriente representan el 1.5%, según el Observatorio de Complejidad Económica".  (Foto: Gob.pe)
"Nuestras exportaciones a la zona en conflicto representan solo el 0.03% del total, mientras que a toda la región del Medio Oriente representan el 1.5%, según el Observatorio de Complejidad Económica". (Foto: Gob.pe)

Como si no fuera suficiente con el impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania, y El Niño, un nuevo conflicto bélico sacude al mundo (Palestina e ). Los tiempos pospandémicos no vienen siendo normales y, más bien, están cargados de incertidumbre.

El impacto directo del conflicto palestino-israelí sobre el Perú es bajo. Las exportaciones peruanas están bastante diversificadas entre Europa, Asia y América, por lo que el impacto sobre el comercio exterior es mínimo, según el Mincetur. Nuestras exportaciones a la zona en conflicto representan solo el 0.03% del total, mientras que a toda la región del Medio Oriente representan el 1.5%, según el Observatorio de Complejidad Económica. Una conclusión similar se obtiene de revisar los flujos del turismo.

El impacto indirecto es más visible: la incertidumbre. Esto es preocupante, pues en nuestro país la confianza empresarial no se viene recuperando, como esperaba el BCRP, debido, en parte, a que los efectos de El Niño vienen afectando a la economía más de lo esperado. Esto complica la recuperación futura de la inversión y consumo.

La incertidumbre también se refleja en una mayor demanda por activos refugio, como bonos y oro. El activo referente es el bono del Tesoro de EE.UU. a plazo de 10 años, cuya mayor demanda desde que estalló el conflicto se ha reflejado en un aumento de 2% en su precio, y, por tanto, en una reducción de 4.80% a 4.60% en su rendimiento. En el caso del oro, el precio se ha elevado 5% en ese mismo lapso. Ambos impactos son favorables para la economía peruana, pues, por un lado, impactan en menores tasas de interés en dólares para operaciones de plazos largos y, por otro, mejoran los precios internacionales de nuestras exportaciones (donde el oro representa el 15% del total de nuestras ventas). No se registran impactos significativos en el dólar por ahora.

El balance de daños es significativo para las economías en conflicto. Las bolsas de valores de Israel y Palestina registran caídas de -7% desde el inicio de las hostilidades. Las primas de riesgo también registran alzas importantes. El banco central de Israel ha intervenido en el mercado cambiario en magnitudes récord, reduciendo su nivel de reservas, sin poder evitar una depreciación del shekel israelí (USDILS) de 4% en lo que va del conflicto.

El petróleo, una de las variables más sensibles en este tipo de eventos, ya registra un alza de 6%, pero si el conflicto escala —lo que es probable—, presionará juntamente con el impacto de El Niño la inflación otra vez al alza.

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