“Parecía que fuese un discurso en tiempos normales y no estamos en tiempos normales. Estamos en tiempos en los cuales la economía cada vez se está apagando más”. (Foto: USI)
“Parecía que fuese un discurso en tiempos normales y no estamos en tiempos normales. Estamos en tiempos en los cuales la economía cada vez se está apagando más”. (Foto: USI)

Ha sido un discurso cumplidor, pero no creo que vaya a mover la aguja de las expectativas, que es un factor determinante sobre la inversión privada. Este discurso estuvo plagado de anuncios pequeños de programas, de obras públicas, pero si le preguntas al empresario qué tema o por qué está paralizado es por la falta de seguridad jurídica en el país.

Recordemos que hay amenazas de tomas de peajes e incumplimiento contractual y de fallos, hay trámites asfixiantes, especialmente a la minería. Por otro lado, no hay ninguna mención al sector minero más allá de la exploración que sí se ha reactivado un poco y ni una palabra sobre eso.

En general, el discurso ha carecido de dotar el sentido de urgencia al momento que estamos viviendo. Parecía que fuese un discurso en tiempos normales y no estamos en tiempos normales. Estamos en tiempos en los cuales la economía cada vez se está apagando más y esto es lo que presagia un crecimiento para este año, en el mejor de los casos, de 1%, y un incremento de la pobreza. No sé si la inversión privada vaya a reaccionar positivamente después de esto, quizá lo tome con respiro porque tampoco ha habido nada disruptivo. Más bien, el incremento de la RMV no sé a cuenta de qué lo planteó. Solo ha desperdiciado el momento.

Señalar la importancia que tiene el crear empleo de calidad es fundamental, pero no hemos escuchado nada de eso. Se requiere crear las condiciones para que la inversión privada salga de la depresión en la que se encuentra.

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