[Opinión] Luis Eduardo Cisneros: “Algo se pudre en Perumarca”

En medio de grandes destapes de corrupción que involucran a personajes como Karelim López, Bruno Pacheco y otros; vienen pasando desapercibidas licitaciones sospechosas y ataques frontales a las pocas instituciones gubernamentales que quedan. La micro o mediana corrupción, pues, le es poco atractiva a los medios de comunicación. Esto, en un contexto de legitimación y reducción de umbrales de aquello que percibimos como corrupción. Algunos ejemplos:

- En Miraflores, se licitó el proyecto “Smart Cities” por 45 millones de soles. Al consorcio ganador se le otorgó la buena pro sin que contara con una vigencia de poder de una de sus empresas. El Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE) observó esta falta. Sin embargo, a pesar de existir una resolución del OSCE que le quitaba la buena pro a CK City, la Municipalidad de Miraflores, de Luis Molina, hizo caso omiso y CK City ganó.

- En el MTC, a través del Programa Nacional de Telecomunicaciones (PRONATEL), se viene desarrollando una controvertida licitación para seleccionar al operador temporal de la Red Dorsal Nacional de Fibra Óptica (RDNFO). La cantidad de millones que están en juego ha enturbiado el proceso, lo que ha motivado más de 4 postergaciones de la buena pro. Movidas y lobbies pareciera que van y vienen, mientras millones de peruanos claman por la inclusividad digital.

- El Ministerio del Ambiente (MINAM) ha sido tomado por una argolla de símiles del Dr. Brown de “Volver al futuro”. Su ministro, Modesto Montoya (fiel vocero del funesto gobierno de Pedro Castillo), descabezó al Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) y puso a un señor que terminó siendo separado pues su hermano trabaja en el área de contabilidad de la refinería La Pampilla, propiedad de Repsol.

Más allá de inodoros con dólares y sobrinísimos, vaya que en el Perú se puede repetir cual estribillo, que “algo se pudre en Dinamarca”.