[OPINIÓN] Juan Fernando Correa: “Los niños están primero”

“Es nuestra obligación proteger a nuestros hijos de estos mecanismos propios de los movimientos terroristas de izquierda radical. Nuestros niños deben estar primero y nunca deben ser usados con fines políticos y mucho menos por el terrorismo”.
[OPINIÓN] Juan Fernando Correa: “Los niños están primero”. (Foto: Captura de video)

Existen personas, fundaciones, asociaciones civiles y empresas que trabajan de manera silenciosa para educar, formar e incluso para salvar la vida de nuestros niños.

Pero lamentablemente, en nuestro país también hay algunos que pretenden adoctrinar políticamente a niños inocentes que solo deberían jugar y aprender.

Sentí una gran indignación, como peruano y como director de la asociación civil Peruanos por Peruanos, que tiene como objetivo salvar a nuestros niños de la anemia infantil, ver la imagen en la que el abogado de Pedro Castillo pretende adoctrinar a niños en una chocolatada.

Como padres y como peruanos de bien no solo debemos repudiar este hecho, sino que es nuestra obligación proteger a nuestros hijos de estos mecanismos propios de los movimientos terroristas de izquierda radical.

Nuestros niños deben estar primero y nunca deben ser usados con fines políticos y mucho menos por el terrorismo.

Lo que ha hecho el abogado Wilfredo Robles es un horror y nos debe hacer reflexionar sobre qué futuro queremos para nuestros hijos.

Usted, igual que yo, debe sentir, no solo indignación, sino también impotencia, porque en esa imagen vemos a los niños de nuestro país a merced de estos verdaderos cobardes, porque haber hecho lo que hizo este abogado con niños inocentes e indefensos es un verdadero acto de cobardía.

El futuro no puede estar en manos de cobardes. El futuro necesita que peruanos valientes y con responsabilidad patriótica impidan estos actos, porque nuestros niños, ahora y siempre, deben estar primero.

Perú21 ePaper,  y pruébalo gratis.

VIDEO RECOMENDADO

Ministra de Educación se pronuncia sobre adoctrinamiento de niños


Tags Relacionados:

Más en Opinión

Bolero en alta mar

Viaducto de mentira

Inmoralidad

Desde el jardín que fuimos

¿Triunfó el posmodernismo? (I)

“La importancia del turismo de reuniones”

Siguiente artículo