Diferentes organismos internacionales, entre ellos Unicef, vienen recomendando la reapertura de escuelas por los importantes efectos negativos que viene generando este confinamiento en la salud mental de los niños, señala el columnista.
Diferentes organismos internacionales, entre ellos Unicef, vienen recomendando la reapertura de escuelas por los importantes efectos negativos que viene generando este confinamiento en la salud mental de los niños, señala el columnista.

Si bien hay esfuerzos importantes por llevar educación a distancia de calidad a los estudiantes, la imposibilidad de que los niños, niñas y jóvenes se encuentren en aula y compartan con sus compañeros y docentes viene generando importantes estragos, sobre todo en los más vulnerables.

Diferentes organismos internacionales, entre ellos Unicef, vienen recomendando la reapertura de escuelas por los importantes efectos negativos que viene generando este confinamiento en la salud mental de los niños, en su desarrollo socioemocional y cognitivo y en la seguridad e integridad de los estudiantes.

Son los alumnos más vulnerables los que no tienen la mejor experiencia educativa a distancia, debido, entre otros motivos, a la baja conectividad, falta de materiales, falta de condiciones propicias en sus hogares y en muchos casos por falta de apoyo para los aprendizajes.

Sobre los temores que existen respecto al riesgo epidemiológico que podría generar el regreso a las aulas, resultan interesantes las conclusiones a las que llegó hace unas semanas la Conferencia de la Sociedad Europea para Enfermedades Infecciosas Pediátricas: i) Los niños no son los mayores transmisores de Covid, ii) Tienen más riesgo de daño colateral por las pérdidas de aprendizajes que por Covid y iii) Se pueden vacunar, pero no se recomienda priorizar a nivel mundial hacerlo.

La inclusión de los docentes en la lista de grupos priorizados para la vacunación debe ser una prioridad en el sector educativo para una pronta reapertura de las escuelas, y la decisión de regresar a las aulas debe ser el resultado de la combinación de decisiones de salud pública, de las autoridades de educación y de mucho sentido común y eficacia en la gestión para planificar un regreso ordenado y seguro para toda la comunidad educativa.