Fue un mensaje políticamente no muy conducente, un poco torpe. Veintiocho de julio es una oportunidad excepcional para trazar dirección y transmitir mensajes con los que la población debe quedarse. Lo que ha hecho Dina Boluarte es lo que se conoce como una ‘lista de lavandería’ a un nivel de detalle que creo que no es el espacio. En ese sentido, creo que ha sido torpe.

Y a un nivel político, la lectura creo que es que Boluarte apuesta por la continuidad, esa alianza tácita que hay con el Congreso para la permanencia. Hay un distanciamiento con Pedro Castillo y con aquello que ella denunció en su mensaje como corrupción. Además, se mantiene en la línea que ya había dado su gobierno respecto a las protestas que tuvo el país a inicios de año y más recientemente en julio.

Si bien pidió perdón por los muertos, no señaló nada respecto a investigaciones o responsabilidades o justicia para las víctimas que es algo que se le exigía. El mensaje no cambia mucho el panorama, es un poco mantenerse en la línea que ya tenían la presidenta y el premier.

Algo preocupante es que no usó el espacio para hablar de reactivación económica, fue un tema que recibió poca atención y era un tema central. Si hay un tema en Perú ahora es la expectativa de crecimiento muy baja. Las proyecciones están entre 1% y 1.5% y eso es algo realmente trágico porque va a significar un aumento en la pobreza. Yo no veo que la presidenta haya planteado medidas o estrategias concretas para eso. No ha recibido el lugar que debería haber recibido en un mensaje a la nación.

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