Asamblea Constituyente fue el reclamo de Perú Libre en la votación. (foto: GEC)
Asamblea Constituyente fue el reclamo de Perú Libre en la votación. (foto: GEC)

Iván Arenas

No obstante, de haber sido uno de los primeros observadores del mundo popular y emergente –que transformaba para siempre las estructuras del Perú oficial– y de cómo las barriadas desbordaban el Estado; quizá uno de los más grandes yerros del amauta Matos Mar fue insistir en aquel “neo socialismo” y colectivismo andino que no existió y que quizá tampoco existe. Lo explico.

En el prólogo de una de las primeras ediciones del El Desborde Popular y crisis del Estado” Matos Mar indicaba que el referido estudio iba a servir para que el Perú pueda “abrir un propio camino al socialismo”. Sin embargo, a pesar de los deseos del amauta lo que germinó en los 80 y se fortaleció durante los 90 fue esa inmensa masa de empresarios y propietarios formales e informales (en el que incluso estos últimos hoy son una potencia económica) sin precedentes en la República. Todo lo anterior se resumiría hoy en el capitalismo emergente y popular a lo largo y ancho del país. Pero, la proyección de Matos Mar continuó incluso a pesar que la realidad indicaba todo lo contrario. En una de las últimas actualización de libro “El Estado Desbordado y la Sociedad Nacional Emergente”, el intelectual continúa promoviendo un “sistema más viable, un neo socialismo andino que reconcilie al Estado con la sociedad”. Ello ya cuando nadie podía dudar de la existencia por primera vez en la historia de la República el Perú de una clase media emergente con educación, voto y propiedad.

La gran pregunta es ¿por qué Matos Mar insistió en ver socialismos y colectivismos a pesar que la realidad es absolutamente distinta? ¿Por qué alguien que vio como nadie la nueva sociología del “Perú real” puede insistir en un promover proyectos de corte colectivista y proyectarlo en dos libros de fechas diferentes?

Todas las preguntas anteriores tienen que ver con una sola respuesta: más allá de los análisis y diagnósticos acertados serán siempre las anteojeras ideológicas las que dominan.

Hoy más allá de las proyecciones de Matos Mar sobre socialismos y colectivismos, en el Perú existen mercados populares, sociedades emergentes y clases medias que se extiende por todas las regiones como nunca en la historia de la república. Frente a esa realidad, ninguna tesis de socialismos andinos puede si quiera enfrentarse.

Ahora bien, quizá uno de los grandes problemas de la gobernabilidad nacional es que esta nueva sociología nacional emergente no tiene una clara representación política. Este mundo ancho y ajeno, de mercados populares desde Lima hasta Puno, del norte y a las llanuras amazónicas buscan una representación política de sus demandas.

En la zurda, todo indica, el error académico persistente de Matos Mar continúa vigente. De allí que sus principales figuras sostengan que “el pueblo” quiere asambleas constituyentes colectivistas, nuevas constituciones de corte socialista cuando en eso que se llama “pueblo” bullen los mercados populares.