En efecto, Cristal, la ‘U’, Huancayo y Melgar afrontarán nuevamente torneos internacionales en fase de grupos. Los dos primeros en Copa Libertadores y los otros en Copa Sudamericana. Campeonatos esquivos para los equipos peruanos, puntualmente desde aquel 2003, cuando Cienciano se alzó merecidamente con el título de la Sudamericana.
Desde aquella final en Arequipa, en la que el cuadro incaico derrotó al argentino River Plate, no se consiguieron más éxitos internacionales a nivel de clubes, y pasó a convertirse en la única copa conquistada por un representativo peruano. Se había estado cerca cuando en 1997 Cristal pierde la final de la Libertadores jugando ante Cruzeiro de Brasil; y 25 años más atrás, en 1972, cuando la ‘U’ cae derrotada en la disputa del título de la misma copa ante Independiente de Argentina.
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Hoy que estamos a una semana del inicio de las copas, y nos encontramos en los extravíos propios de estar en camino de una segunda vuelta electoral y en medio de una segunda larga ola de contagios de COVID-19, queremos creer que se puede competir; es lo mínimo que corresponde hacer, con aptitud y con derroche de actitud.
Pensamos que Cristal llega mejor a este reto porque es consecuente con su preparación de equipo serio, bien llevado y reforzado, no por algo en el arranque de la Liga 1 ha logrado ganar sus tres primeros partidos, con ocho goles anotados y ninguno recibido. Gana, golea y por ratos gusta. Los del Rímac serán los primeros en jugar, lo harán el martes 20 de local ante Sao Paulo de Brasil. La cara opuesta la vienen dando los cremas, quienes solo lograron un punto en dos partidos, donde su entrenador se despacha en excusas culpando al rival y al árbitro cada vez que les va mal ante su ocasional adversario. Sin darse cuenta, o sabiendo bien, que los fantasmas son de su patrimonio. La ‘U’ recibirá el miércoles 21 a Palmeiras de Brasil, reciente ganador de la Copa Libertadores. “Una papeleta muy difícil”, como decía Don Máximo ‘Vides’ Mosquera.
Están también Huancayo y Melgar, que tendrán su octava y quinta participación, respectivamente, en Copa Sudamericana, convirtiéndose en los equipos peruanos con más recorrido en este torneo. Aunque será difícil para ellos no jugar en la altura de sus localidades, pero, de momento, es lo que toca. Si ofrecen su mejor versión y aplican mayor velocidad y dinamismo a su juego, así como presión al rival (falencias casi crónicas en el fútbol peruano), es probable que aumenten sus chances de conseguir buenos resultados.