[OPINIÓN] Carlos Parodi: “Tiempos difíciles”. (Midjourney/Perú21)
[OPINIÓN] Carlos Parodi: “Tiempos difíciles”. (Midjourney/Perú21)

Tanto la política como la economía peruana atraviesan tiempos difíciles. La economía con un crecimiento esperado del primer semestre alrededor de 0% y una situación política y social convulsa que pone en jaque al sistema democrático mismo. Economía y política están interrelacionadas. La segunda está condicionando a la primera a través de expectativas negativas; estas últimas son determinantes para explicar los frenos, tanto de inversión como de consumo. Además, no sabemos con qué fuerza vendrán los impactos del fenómeno de El Niño global.

Nadie cede en su posición ni una línea; todos creen tener la razón y por eso estamos llegando a una especie de equilibrio inestable en el que todos pierden. Si deseamos detener esta tendencia que no lleva a nada, me parece pertinente sugerir algunas ideas.

Primero, de un tiempo a esta parte (años quizás), la sociedad peruana se caracteriza por altos grados de polarización. Durante décadas el crecimiento no ha llegado a elevar el bienestar de todos, por lo que la frustración de muchos es comprensible. El problema es que cada persona trata de imponer su punto de vista como si fuera el correcto. Muchas veces se trata de un ideal, que, como tal, es eso, una situación inalcanzable, un simple deseo. Como consecuencia, los debates, si es que podemos llamarlos así, terminan en insultos que van a las personas y no a las ideas.

Segundo, sustentar cada medida con evidencia empírica y datos. Coloquemos un ejemplo. Nadie puede estar en contra de mejorar las condiciones de vida de todos, eso está bien, pero lo que hay que preguntarnos es cómo lo hacemos. No el qué, sino el cómo. ¿Es la solución seguir cambiando de presidentes al increíble ritmo de uno por año? ¿Cómo mejoramos al Congreso? ¿Es la solución destruir propiedad pública y privada? ¿Qué conseguimos? ¿Cuál es la responsabilidad que tenemos los académicos de calmar las aguas y no ponerle más leña al fuego?

Tercero, muchos defienden, por un tema ideológico, a las empresas públicas. En teoría no tiene nada de malo que una empresa sea pública. En teoría. Cuando vemos la práctica en el Perú, empresas como Petroperú creo que deberían manejarse con criterios privados o mejor que no existan. ¿Por qué? Porque si no son rentables, entonces las estaríamos manteniendo todos los que pagamos impuestos. Además, es dinero que podría usarse en los más vulnerables en objetivos tan importantes como educación, salud, infraestructura, etc.

Ojo que no está mal que existan empresas públicas; lo que está mal es que no funcionen y que dependan de la inyección de dinero del gobierno central. ¿Sabe usted, estimado lector, de dónde sale el dinero? Pues de su bolsillo a través del pago de impuestos. ¿Mejora a los más vulnerables en algo? Seamos pragmáticos y, por un momento, dejemos las ideologías. Jamás una ideología puede ganar a la realidad.

Cuarto, aportemos y dejemos de insultar. Si algo no te parece, entonces realiza una propuesta basada en evidencia empírica. Y que se abra un debate limpio, transparente y respetuoso. La mente abierta es la que permite lo anterior; las mentes cerradas lo obstruyen.

Quinto, no existen salvadores del pueblo, como quiera que definan a este último. Esto ocurre porque no se trata de un acto de fe, por muy buena intención que se tenga. Se juzgan los resultados, no las intenciones. Se necesitan equipos de personas honestas, con voluntad de servicio, en especial, a los más vulnerables.

Sexto, el Estado no es un botín. Está al servicio de todos y, cuanto mejor funcione, mejor para todos. No debería ocurrir que, cada presidente que llega, lo llena con personas amigas sin importar si saben o no saben. Los únicos perjudicados son los más vulnerables. La corrupción es un problema de personas y es un lastre para el crecimiento y eventual desarrollo.

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