[Opinión] Andrés Romaña: El Estado bajo amenaza

El país ha sobrevivido a tiempos difíciles como la guerra con Chile o el terrorismo en los ochentas. Aquello se logró debido a que los peruanos se unieron en defensa de la unidad nacional y la república. Sin embargo, en la actualidad, sectores extremistas buscan tomar el poder mediante la violencia en las calles o, en caso de fracasar, a través del desmembramiento del territorio nacional mediante el separatismo sureño.

En las últimas semanas, diversos políticos y analistas han romantizado las protestas y aseguran que son “legítimas”. Sin embargo, la legitimidad debe tener un marco legal dentro del cual la población hace exigencias. Pero lo que se ha visto es a ciudadanos que piden que se libere al golpista de Castillo, se cierre el Congreso y se convoque a una Asamblea Constituyente. Es decir, se pide abiertamente que se violen la Constitución y las leyes bajo amenaza de incendiar el país. ¿Es eso legítimo?

Aquello no significa pasar por alto o permitir muertes de manifestantes, dado que la Policía y las Fuerzas Armadas deben actuar en estricto cumplimiento de la Constitución y las leyes, sino mantener firmeza y proteger a los ciudadanos que deciden protestar pacíficamente, así como los que deciden no acatar el paro y se ven amenazados.

El Estado debe resistir al ataque que se avecina y mantener la unidad nacional. Definitivamente hay un descontento con el sistema político que puede solucionarse con reformas. Sin embargo, hay quienes no buscan la solución, porque ello supondría el fracaso de su aventura constituyente. Los ciudadanos de todas las tendencias deben darse cuenta que hay más riesgo de perder lo que se tiene de lo que se puede ganar si se apoya la guerra contra el Estado que sectores extremistas han emprendido.